Los vecinos de Bustiello tienen que subir la calle El Castaño para llegar a sus casas desde Llaranes. Lo que igual para un joven es "un paseín", para los mayores que viven en el barrio es "un esfuerzo". Y en todo ese camino "no hay ni un solo banco donde sentarse a descansar". "Ya hemos pedido al Ayuntamiento en varias ocasiones que instalen unos bancos, pero no nos hacen caso", lamenta una de las vecinas afectadas. Pero los bancos no es lo único de lo que se quejan los residentes.
Afirman que los barrenderos "casi ni se acercan" por el barrio: "Las calles dan pena y dolor. Aunque, en general, está todo bastante abandonado", relatan. Vivir en las inmediaciones de la variante de Avilés tampoco les da muchas alegrías. En los últimos tiempos están viendo cómo los árboles que se plantaron en su día para "esconder" la carretera han crecido y "están tapando casi toda la calle": "Cuando vas por allí, tienes que ir agachándote porque con los árboles no puedes ni caminar".
En la subida de la calle Castaño, además de bancos, los vecinos reclaman que se adecente un solar que ahora "es un nido de mierda" y el Ayuntamiento lo convierta en un pequeño aparcamiento. Pero si hay una reivindicación que ya es histórica en Bustiello es la petición para que haya una conexión de autobús en el barrio. El pasado verano, los vecinos presentaron en el registro del Ayuntamiento de Avilés 150 firmas reclamando una parada ya que, ahora, tienen que bajar hasta Llaranes o El Pozón para poder coger el autobús. "La excusa que nos ponen es que el autobús no puede pasar porque esto es estrecho, pero sí que viene el escolar a dejar y recoger a los niños, así que sí que habría manera de conseguir poner una parada aquí arriba", afirma Julio Rafael.
