Los jóvenes de los años setenta nostálgicos de Pablo Abraira podrán rememorar inolvidables canciones, como "Gavilán o paloma", el próximo viernes, a las 21.00 horas, en el concierto que el cantante ofrecerá en Santacecilia (calle Galiana). En la siguiente entrevista, Abraira habla de su vida artística, ligada a la música y también al teatro.
- Decir Pablo Abraira es retroceder en el tiempo e inevitablemente tararear algunas frases de "O tú o nada" o "Gavilán o paloma". ¿Le gusta que le recuerden principalmente por esas canciones?
-Reconozco que hubo un tiempo que me generaba cierta frustración porque hacía más trabajos y siempre se me asociaba a unos temas; yo quería hablar de lo nuevo. Pero, en un momento dado, descubrí que estas canciones y yo somos vehículos para revivir parte de la banda sonora personal de cada uno y que se asocia a momentos, olores, situaciones, recuerdos, enamoramientos... Por lo tanto, ahora ya lo veo como una cuestión grata y agradable y asumo que algunos títulos han tenido la capacidad de estar en la vida de alguien en un momento determinado.
- ¿Dónde está el secreto para que una canción se convierta en un éxito arrollador?
-Tienen que conjugarse muchos factores: la vigencia del tema, que suene durante bastante tiempo, el texto, la tonalidad, los acordes, la promoción, el estado anímico de la persona que la canta... El mérito no es del cantante.
- ¿Qué piensa cuando escucha sus canciones?
-No me oigo nunca, jamás. Tengo todos mis discos porque los guardaba mi madre. Tampoco tengo fotos y es porque no tengo apego al pasado ni al éxito. Estoy agradecido de lo vivido ya que esta profesión me ha proporcionado infinidad de cosas positivas, entre ellas conocer países y mucha gente interesante. He sido y soy muy afortunado.
- ¿Echa de menos las galas, las giras, el calor del público?
-Como digo, no siento mucho apego por el pasado, prefiero centrar la atención en el hoy, en el ahora. Hay gente aferrada al pasado y preocupado por el futuro y la vida pasa por el momento actual.
- En los años 70, España dio un buen número de cantantes melódicos. ¿Se ha desvanecido este género o lo romántico siempre existirá?
-Mis orígenes musicales se sitúan en los grupos, como la mayoría de los artistas de mi época. Muchos de los cantantes de esas formaciones, entre los que me encuentro, pasaron a cantar en solitario. Y sí, soy romántico, me abrazo a los arboles, y lloro con facilidad. No tengo pudor a llorar; soy bastante sensible.
- Los musicales están de moda. Usted ha sido un pionero en este género.
-He hecho unos cuantos: "Evita", "Jesucristo Superstar", "Hércules".... y ahora trabajo en un proyecto centrado en una parte de la vida de Picasso. En España había escasa cultura de musicales frente a Estados Unidos (Broadway) o Inglaterra (Londres), pero está cambiando. Es un género que cuando está bien hecho el trabajo resulta muy atractivo.
- También ha hecho teatro. ¿El artista tiene que reinventarse constantemente?
-Hay que renovarse, entrar en la rutina empobrece.
