Un veloz ladrón atracó en menos de una hora en la madrugada del lunes al martes dos bares de Puerta de la Villa y uno de Versalles. Las cámaras de seguridad registraron que el caco se cortó al reventar la puerta del primer local con un martillo, que se le partió en segundos. Herido y sin herramienta, accedió a los otros dos establecimientos a patadas y con la tapa de una alcantarilla, dejando un reguero de sangre. "Fue visto y no visto. Las alarmas de seguridad no sirvieron de nada", lamentaron los propietarios de los negocios.

El ladrón comenzó su ruta a alrededor de las 4.30 horas en el bar Bidul de la calle Auseva, en Puerta de la Villa. Para reventar la puerta de acceso y la tragaperras, el caco llevaba, tal y como registraron las cámaras de seguridad del local, la cabeza de un martillo atada a un largo poste de madera. "No le duró nada, se le partió en segundos y lo dejó tirado en el suelo. Pero el daño ya estaba hecho", aseguró la camarera Noelia Pizarro. "No se llevó gran cosa, pero es el decimotercer robo desde que abrimos en 2006. Y yo suelo entrar a trabajar a esa hora, no los pillé de milagro", lamentó el dueño del negocio, Cándido Morcillo.

El caco asaltó después el Bulevar Sport, en la travesía de la Vidriera. "Utilizó la tapa de una alcantarilla para romper el escaparate. Se llevó el dinero de la tragaperras y dejó sangre por todo el suelo", explicó Paula Pérez, una de las responsables del local. Ayer por la mañana, la cafetería olía todavía a incienso y pimienta. "Nuestra alarma lanza una bomba de humo para que el intruso no pueda ver. Pero pasó en un suspiro. Cuando se activó el mecanismo, el chaval ya estaba fuera", lamentó Cynthia Barros, dueña del establecimiento.

El tercer atraco fue en el Café Versalles, en la calle Fruela. "Parece que reventó la puerta a patadas. Dejó restos de sangre por todas partes. Había vaciado la tragaperras, así que no se llevó nada", aseguró el dueño Francisco Javier Salas, que recibió el aviso antes de las 5.00 horas. Los vecinos de la zona, por su parte, no se mostraron ayer sorprendidos. "Ahora roban todos los días", apuntó Ana María del Río. "Son zonas muy transitadas y con vigilancia policial. No sé cómo puede seguir pasando", comentó Abel Díaz. Con estos tres, ya son cinco los robos cometidos en bares de la comarca en una semana: uno en Las Vegas -más dos intentos no consumados- en la madrugada del sábado al domingo y otro en Marcos del Torniello, en la del miércoles al jueves.