A Iván González le diagnosticaron leucemia crónica hace tres años. Y empezó a correr. Este domingo saldrá desde la plaza de España rumbo a Marbella, una marcha de unos 1.000 kilómetros, para visitar al padre del joven Pablo Ráez, que falleció este año por esta misma enfermedad. Espera llegar a su destino en solo ocho días. A sus 27 años, el illense tiene un objetivo: animar a la ciudadanía a donar médula. "Es algo muy simple, pero muy necesario. Tenemos que concienciarnos de que donar salva vidas", explica.

El corredor irá acompañado de un equipo de cuatro personas que grabará su evolución. "La idea es hacer un documental que resuma un poco nuestro cometido. Toda la actividad tiene un mero objetivo promocional por la donación de médula", apunta. El equipo forma parte de la fundación Josep Carreras, conocida por su labor en la búsqueda de una cura para la leucemia. "A nuestra llegada en cada punto de descanso, instalaremos huchas de donativos, camisetas, chapas. Todo lo recaudado es para ellos", asegura.

El deporte llegó a González cuando más lo necesitaba. "Yo era calderero y cuando me diagnosticaron leucemia me tuve que retirar. Decidí cuidar mi alimentación, salir a correr. Figúrate, yo antes pesaba 95 kilos", bromea, poniéndose de perfil. Así conoció a Octavio Pérez, el otro impulsor del proyecto. El entrenador y escritor, experto en deporte y salud, acababa de publicar el pasado marzo su último libro sobre iniciación al running. "Se lo dediqué a Pablo Ráez y todo lo recaudado con las ventas fue para la fundación. Subí un vídeo a Facebook explicando por qué. Iván lo vio y se puso en contacto conmigo para ser su entrenador", explica Pérez.

Pablo Ráez fue un enfermo de leucemia que consiguió viralizar la donación de médula ósea en España. Durante su campaña de promoción en redes sociales durante el año 2016, se registraron en Málaga, su ciudad natal, 11.201 donantes nuevos. Supuso un 1.300% más que el año anterior, según datos del Centro de Transfusión Sanguínea (CTS) de la región. Ráez falleció en febrero de este año. "Está claro que su trabajo fue un éxito. Fue un ejemplo de cómo utilizar las redes por el bien común", comenta González.

Los dos amigos pronto se dieron cuenta de que el legado de Ráez podría continuar. "Decidimos hacer una marcha lo suficientemente larga como para que la gente hablase de ella", apunta Pérez. "Es una barbaridad de kilómetros. Con lo mal que estoy comiendo yo estos días... A ver qué pasa", bromea el illense. Ráez es, además, el destino de la ruta. González saldrá de la plaza del Ayuntamiento este domingo a las 11.00 horas, en presencia de alumnos de la villa y miembros de la corporación municipal. Ocho días después, llegará a la estación de bomberos de Marbella, donde trabaja el padre del malagueño fallecido. El illense le entregará una placa conmemorativa en nombre de la fundación. "Y mientras tanto, todos a donar médula. Es tan fácil como ir a los autobuses de donación sanguínea y solicitarlo. Cuando salga un enfermo compatible, te llaman. Y salvas una vida", sentencia el corredor.