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El Puerto planea tirar las últimas casas de San Juan para aprovechar los terrenos

El rescate de concesiones junto a la estación permitirá liberar 4.000 metros cuadrados a la Autoridad Portuaria, que litiga con dos particulares

Las últimas casas de San Juan, junto a la estación de Renfe. MARA VILLAMUZA

El Puerto de Avilés proyecta liberar 4.000 metros cuadrados en San Juan, donde permanecen en pie las últimas casas del entorno de la estación de Renfe. Los últimos negocios echaron el cierre hace dos años y la Autoridad Portuaria está culminando el rescate de las concesiones, que han llegado hasta los tribunales. Los inmuebles se encuentran en terrenos de dominio público portuario y en el término municipal de Castrillón. Se trata de los últimos edificios que quedan en pie en el pueblo de San Juan de Nieva, que se fue forjando a finales del siglo XIX y principios del XX alrededor de la estación de la línea férrea entre Avilés y San Juan. Esos terrenos están llamados a ser utilizados para usos portuarios (para naves, tinglados, almacenes de mercancías). Sobre la mesa, está la posibilidad de unir esa superficie con los muelles de San Juan a través de cambios en el trazado de la avenida de la Playa.

El primer edificio que será pasto de la piqueta es el antiguo bar Roces, situado en el número 30 de dicha avenida. La Autoridad Portuaria adjudicó recientemente a la empresa Posada Organizaciones la demolición del edificio con un presupuesto que supera los 13.500 euros. Está previsto que el derribo comience en unos días, coincidiendo con el inicio de las obras de asfaltado de la avenida de la Playa.

Los gestores del Puerto sostienen que las concesiones del resto de edificios "están caducadas" y el organismo las ha ido rescatado salvo en dos casos, que se están dirimiendo en los tribunales puesto que las personas concesionarias consideran que tienen derechos sobre los inmuebles. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha dado la razón al Puerto en uno de esos procedimientos, si bien en el segundo, los jueces rechazan los planteamientos de la Autoridad Portuaria. En ambos casos solo cabe recurso de casación ante el Supremo, según las fuentes consultadas.

La reclamación de esos suelos por parte de la Autoridad Portuaria era cuestión de tiempo. Desde los años noventa, como consecuencia de la expansión portuaria, se desalojó de San Juan a un centenar de residentes. Fue en 1995 cuando los responsables del Puerto encargaron a la Sociedad de Promoción y Gestión del Suelo (Sogepsa) los trabajos de realojamiento de los vecinos, comerciantes y empresarios del poblado. Fue necesario realojar a 33 familias, 22 locales comerciales y 24 concesiones portuarias. Los últimos supervivientes fueron una tienda de efectos navales y dos bares, negocios que ya tienen el candado echado desde hace unos dos años y concesiones que ha reclamado el Puerto. Sobrevive la iglesia de San Juan, templo catalogado.

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