"Mira qué juguete tengo para ti". Esta fue una de las aseveraciones que presuntamente le dijo a la denunciante el acusado de un intento de abuso sexual en el interior de un hórreo avilesino en la madrugada del pasado 29 de mayo. Así lo explicó ayer la mujer durante el juicio, en el que la fiscal reclamó para el hombre una pena de año y nueve meses, tanto por ese delito de intento de abuso sexual como por otro de allanamiento de morada. El abogado de la defensa, sin embargo, pidió su libre absolución al considerar que los tres testimonios ofrecidos por la presunta víctima "tienen incongruencias". En todo caso, el letrado del acusado solicitó "de manera subsidiaria" que se aplique contra su cliente "la pena menor" en caso de que el magistrado titular del juzgado número 2 de la ciudad le considerase culpable.

Los hechos que se narraron ayer durante la vista oral del juicio sucedieron cuando la denunciante estaba durmiendo en su cama, dentro de un hórreo con planta baja, en el que vivía. "Me desperté y vi una mano en la ventana", señaló, a preguntas de la fiscal. La mujer aseguró que se asustó y se fue a la planta baja. Mientras tanto, escuchó cómo el intruso encendía un mechero para orientarse en la vivienda. Fue entonces cuando empezó a preguntar: "¿Dónde estás, dónde estás?". Y otras frases. "No me atrevo a reproducirlas", dijo ella.

La mujer explicó que se había escondido en el piso de abajo porque pretendía lograr que "bajara para dejarle encerrado con llaves" en el de arriba. Eso fue, aseguró, lo que terminó sucediendo. Ella, entonces, salió de su vivienda, llamó a su madre y a la Policía Nacional.

La fiscal también interrogó a los dos agentes que atendieron la llamada de la presunta víctima. Ambos dijeron que cuando llegaron al lugar de los hechos se encontraron a la mujer junto a su madre. Les dijo que "tenía encerrado" al acusado en su vivienda. "Entramos, pero no le encontramos", dijo el primero de los agentes. Y eso mismo vino a repetir el segundo. Los policías entonces tomaron declaración a la denunciante y en esas estaban cuando vieron al presunto intruso, en las inmediaciones del hórreo. "Le dimos el alto, pero echó a correr", señaló uno de los agentes. Los dos detuvieron de inmediato al acusado y, posteriormente, tomaron declaración a la supuesta víctima en la Comisaría. La mujer volvió a declarar, pero esta vez, en dependencias judiciales. De ahí que, como señaló el abogado de la defensa, existieran tres declaraciones que, a juicio del letrado, eran inconsecuentes las unas con las otras.

En las conclusiones finales, la fiscal dijo que "habían sido acreditados" los hechos de la denunciante y que el hecho de que el acusado intentara huir, le incriminaba tanto en el allanamiento de morada como en el intento de abuso sexual. "Me dijo más cosas, pero no me atrevo a repetirlas", señaló la mujer.