"En el fútbol, como en la vida, hay que ser noble e ir con la cara por delante; como estamos en un deporte de contacto hay que pedir perdón y disculpar porque cuando se hace con nobleza no tiene importancia", señaló ayer Tati Alcalde, exdefensa del Sporting, durante la charla-coloquio que compartió con Esteban, exportero del Real Oviedo, en el salón de actos del Centro del Profesorado y Recursos Avilés-Occidente.

Invitados por la Asociación de Madres y Padres del instituto La Magdalena, que preside Mónica Huerta, ambos deportistas abrieron el acto relatando sus inicios en el fútbol y, posteriormente, centraron la atención en la deportividad y el juego limpio, tema central del encuentro que comenzó con la proyección de un vídeo con imágenes de ambos futbolistas y niños y jóvenes vistiendo las camisetas de los dos principales equipos asturianos. Acompañaban las fotografías los himnos de sendos clubes.

Tati Alcalde, que llegó a las filas del equipo gijonés cuando contaba 22 años -"entonces mi vida dio un giro radical", dijo-, habló del comportamiento en el campo. "El fútbol te pone a veces en situaciones que te superan y no siempre te sientes orgulloso; se tiene que ser crítico y hacer un autoanálisis", comentó para, a preguntas de un miembro del público, hablar de las tarjetas rojas, en especial una que le mostró un árbitro tras tirar un balón a la grada después de la actuación de un jugador del equipo contrario. "En el campo me mostraba temperamental y tuve algunas tarjetas, pero siempre he ido con límites", señaló.

La mala educación en los campos, donde en ocasiones se producen actos de violencia y se utiliza un lenguaje agresivo también centró la atención de la charla, así como el papel que juega el entrenador, sobre todo en el fútbol base. "Soy padre, voy a los entrenamientos y a los partidos y la educación tiene que ir de casa", comentó Esteban, que dijo "sonrojarse" cuando ve a un entrenador "dirigirse al árbitro o comportarse con malas formas". En este sentido, pidió "prudencia a los que vais a ser entrenadores ya que para un niño esta figura es casi más que su padre". "El entrenador no sólo enseña fútbol, también educa", matizó.

Tati Alcalde, por su parte, apoyó las palabras de su compañero de mesa y se refirió a la formación que reciben los entrenadores. "Ahora, en las escuelas los preparan para que no caigan en errores, sepan manejar a los niños, puedan gestionar situaciones de tensión y canalizar frustraciones; ellos son el primer ejemplo, por lo que su actuación tiene que ser correcta", recalcó este ex futbolista que actualmente trabaja con niños e "intento poner sentido común; no se puede perder la cordura. Siempre les digo que sean felices porque el fútbol es un deporte, un juego, se impliquen, sean generosos, lo den todo y, si no llega la oportunidad, no importa", puntualizó este deportista que al igual que Esteban pegó las primeras patadas al balón en Avilés. Para los dos, el deporte en el que han centrado sus mejores años "me ha dado una lección de vida", remató Esteban