Bien sea en el papel de borracho de pueblo, de enfermo ingenuo o de deportista accidentado, José Manuel Reguero, "El Maestru", lleva cerca de cuatro décadas inmiscuido en la ardua labor de hacer reír a sus vecinos. En 2003 empezó a pasar a limpio algunos de sus monólogos y, ayer, el Club de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés acogió en el Centro Rural Agrupado de Callezuela la presentación de "Humor asturiano", su segundo libro recopilatorio.
El illense, no obstante, se sigue sintiendo más cómodo sobre el escenario. "Es por costumbre, pero también por el formato. Ya no es fácil hacer que la gente se ría en directo, pero por escrito tienes que pensar todavía más las cosas", explica.
En "Humor asturiano" hay sitio para todo tipo de personajes. "La temática es variopinta y con picaresca de la fina, de la mía. Hay un boxeador, un enfermo, vecinos cotillas, un poco de todo", apunta. Sobre el papel, además, el artista se toma la licencia de conmover a los lectores. "No creo que esté reñido con el humor. En el libro hay un personaje que se emociona al volver a su pueblo. El toque cómico es que viene de la mano de una venezolana que no es bien recibida por sus vecinos. Al final, es posible hacer reír y llorar en un mismo monólogo", sentencia.
En cuanto al proceso de escritura, el mayor escollo para el artista es encontrar la cadencia interna en cada texto ya que, por tradición, los monólogos asturianos se caracterizan por incluir versos con rima y cierta métrica. "No es tan fácil como lo pintan. Tiras papeles, tachas, vuelves a recoger, borras. Después ensayas, rectificas, vuelves a probar, buscas el vestuario... Estudio mucho lo que hago", apunta.
Como el cómico está algo acatarrado, acudió ayer con refuerzos a Callezuela. Al acto asistieron Alberto Tirador, Alcalde de Illas y prologuista del libro, así como el gaitero Vicente Prado, "El Pravianu", y Celestino Tameza, cantante de tonada, que tocaron un par de piezas en directo.
