La bola luminosa de Navidad de la plaza de España es como un personaje del corazón. Puede gustar más o menos, pero no deja a nadie indiferente. Dos días después de su encendido, junto con el resto de iluminaciones de las fiestas, los avilesinos todavía no se han acostumbrado. E incluso se puede establecer una línea divisoria sociológica entre los partidarios de la gran novedad de este año y los que añoran el tradicional árbol de Navidad.

A priori, podría parecer una cuestión de edades. Los mayores como Francisco González -de 65 años- y Eusebio Rodil -de 66 años- se decantan por el adorno de toda la vida: "La bola está bien, pero donde esté el árbol de siempre, que se quite lo demás", dice González. "En la plaza del Ayuntamiento debe de estar el árbol de siempre", expresa Rodil. Pero también los hay jóvenes que apuestan por la tradición. Es el caso de Ainara de Dios -de 15 años- que aunque la decoración actual no le disgusta, opina que "el árbol es más navideño".

Entre los firmes partidarios de la apuesta consistorial para esta temporada de fiestas está la pequeña Laia Grillo. La niña disfrutó junto a su madre, Vanesa Rodríguez, que le hizo unas cuantas fotos para ilustrar una de sus primeras navidades. A la pregunta de si la llevaría a casa, la joven respondió que sí esbozando una gran sonrisa, aunque su mamá no lo tenía tan claro: "Bueno, a lo mejor no nos entra".

De lo que sí que puede presumir la bola de Navidad de Avilés es de su fotogenia. Mayores, pero sobre todo adolescentes, echaron mano de sus teléfonos para dar de comer a su Instagram. A golpe de "selfie", el grupo de siete amigas de Aída Pacheco y Laura Espiñeira -de 13 años- buscaron el encuadre perfecto para obtener la instantánea más "tumblr", que en el argot juvenil quiere decir algo así como impactante. Postureo puro y duro de un grupo de chicas que tuvieron una tarde intensa: "Venimos de la pista de hielo y nos sacamos 60 fotos y aquí también haremos unas cuantas, hasta que salga la buena", comenta una de ellas, mientras el resto, teléfono en mano, retrata a las demás.

La bola de Navidad es una de las novedades de la iluminación de este año. En otras ciudades, como Salamanca o Bilbao ya es un adorno "tradicional". Aquí en Avilés, todavía genera cierta división. En la web de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, una encuesta que preguntaba si se prefería el árbol de siempre o la esfera actual, arrojaba un reñido empate al cierre de esta edición.