La música era la pasión de Daniel Capellán; sus hermanas, su debilidad; y la patria, la República Dominicana, estaba grabada a fuego en su corazón. La vida depara destinos insospechados. La muerte le llegó después de una noche de salsa con la estrella del momento y dicen que por defender a su hermana Clari de su novio, un compatriota que llegó de Bélgica y que le quitó la vida de una cuchillada en el corazón a la puerta de un bar del Cruce de Llaranes. El hombre que le arrebató la vida a los 44 años, que dejó huérfanos a seis jóvenes y niños, sigue huido. Y su familia desespera intentando comprender cómo un recién llegado de un país extranjero puede haber conseguido huir tras haber cometido un crimen.

Daniel Darío Capellán Castillo recaló en Avilés en la década de 1990. Fue, de hecho, uno de los primeros dominicanos en asentarse en la ciudad y llegó a fundar la Asociación de Dominicanos de Avilés, ya extinta. Trabajó en hostelería (tuvo un bar en Versalles), y en los últimos años estaba enfrascado en las relaciones públicas y la animación de eventos, espectáculos como el concierto en Gijón del rey de la salsa Yiyo Sarante, con el que estaba entusiasmado.

La cita con el "Abusador de la salsa" estaba marcada en rojo en el calendario, como el mes de febrero, cuando planeaba viajar a su querida isla caribeña. Unos días antes del concierto calentaba las redes sociales para la fiesta en su Facebook con un vídeo grabado en Sabugo, el barrio en el que residía: "Bueno, mi gente, se acerca el gran día esperado para todos los latinos, para todos los asturianos. Aquí, en Asturias, en la sala Albéniz. Solo una cita con el salsero de moda: Yiyo Sarante. Así que no te quedes. Dale para allá".

Dos días y unas horas después de colgar ese vídeo aterrizaba en Asturias procedente de Bélgica su hermana Clari. Le acompañaba su novio desde hacía unos meses, un tal Eduardo N. G. U. (aquí tienes su perfil, un dominicano que roza la treintena y que también está vinculado en su país de residencia a la organización y promoción de actuaciones y conciertos, un tal "DJ Piloto Internacional". La pareja tampoco quería perderse la cita con la estrella del momento en la sala Albéniz de Gijón. Prometía una noche de baile hasta el amanecer, como tantas otras, pero con el mejor protagonista posible: la estrella Yiyo Sarante, el "Abusador de la salsa".

Daniel Capellán participó en los preparativos de la fiesta, se fotografió en la mesa supervip de la sala y disfrutó una noche más de una de sus grandes pasiones: la música y el baile. En ese grupo de amigos también estaba su hermana y su novio Eduardo N. G. U., como se aprecia en alguna de las fotografías que circulan para las redes sociales de aquella noche.

La pandilla regresó a Avilés a primera hora de la mañana y se detuvo a desayunar en El Cruce de Llaranes, en el bar El Milenio, como otras noches. Las caras ya no eran de fiesta. Algo pasó en la sala Albéniz y en el trayecto entre Gijón y Avilés que tornó la celebración en tragedia. Daniel Darío estaba enfurecido. A sus oídos llegó que el recién llegado, el tal "Dj Piloto Internacional" había pegado a su Clari. A su sangre. A una de las mujeres de la familia, él que siempre estaba pendiente de ellas para evitar que no acabaran con mala gente.

Todo sucedió muy rápido, fue cuestión de pocos minutos, según quienes se encontraban en el bar de la avenida de Gijón. En la zona del billar, los tacos se convirtieron en palos y volaron las bolas. Eduard N. G. U. miró a su alrededor (siempre según el relato de los testigos), vio que en la cocina había un cuchillo cebollero, fue a por él y salió detrás de su "cuñado", que ya estaba abandonando el local. Le propinó un pinchazo en la espalda y ya en medio de la calle le asestó una puñalada directa al corazón. Siempre según los testigos, a continuación se fue caminando en dirección a Trasona, "tranquilamente", con su camisa beige ensangrentada y el cuchillo en la mano. Dejó atrás su cartera con toda la documentación. Daniel Capellán no pudo sobrevivir a la herida mortal. Lo llegaron a introducir en un turismo para llevarlo al Hospital San Agustín, pero quedó inerte antes de emprender la marcha.

La muerte fue el epílogo de una noche que prometía gloriosa. Un compatriota segó la vida a Daniel Capellán, el novio de una de sus hermanas que acababa de llegar de Bélgica. Los suyos, destrozados, lloran la pérdida y se devanan los sesos intentando comprender cómo "DJ Piloto Internacional", un "extranjero" en Asturias, pueda estar aún en paradero desconocido. Todas las hipótesis siguen abiertas, aunque una de las que toma más fuerza es que puede haber salido del país e incluso haber llegado a Bélgica. De ahí que el juez a cargo de la investigación haya llegado a dictar una orden de detención europea e internacional.

Daniel Capellán tenía marcado en rojo en el calendario la madrugada del 25 de noviembre, la del concierto del rey de la salsa. Un desalmado hizo que fuera la de su muerte.