La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los expertos aconsejan "quedarse en casa" en caso de catástrofe industrial

El avilesino Rafael Castro, médico del SAMU, destaca la eficacia de los actuales protocolos y defiende la realización de simulacros con civiles

No por sencillo el consejo es malo: en caso de una catástrofe o suceso de gravedad extraordinaria, lo mejor que pueden hacer los ciudadanos es quedarse en casa y seguir las indicaciones que hagan las autoridades y Protección Civil a través de los medios de comunicación y las redes sociales, convertidas de un tiempo a esta parte en aliadas fundamentales de los responsables de dar respuesta a una situación calamitosa. "Parece razonable y fácil de cumplir, pero en casos reales existen comprensibles tentaciones, como la de ir a buscar a los niños al colegio", apunta Rafael Castro Delgado, médico de urgencias, profesor asociado de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oviedo y coordinador del grupo de trabajo de catástrofes del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU).

A todo lo anterior, Castro Delgado une el hecho de ser vecino de Avilés y uno de los mayores expertos de Asturias en atención sanitaria en casos excepcionales; también es autor de una tesis doctoral fechada en 2001 en la que analizó la respuesta sanitaria ante el riesgo de desastre industrial en el área sanitaria de Avilés. "De entonces acá la situación ha mejorado; baste decir que entonces sólo tres empresas -Arcelor, Du Pont y Fertiberia- estaban obligadas a contar con un protocolo de actuación en casos de accidente fabril grave y ahora son nueve las que cuentan con ese plan", reseña el experto.

Rafael Castro hizo ayer de guía por Avilés de los alumnos internacionales inscritos en el máster Erasmus Mundus dedicado a Salud Pública, en el que colabora la Universidad de Oviedo y en el que comparte funciones docentes con el profesor Pedro Arcos. De Avilés pudo explicarles a los alumnos que pese a ser un pequeño municipio concentra un grado de riesgos de los más altos de España: un complejo cóctel de industrias químicas y metalúrgicas, una densa red de vías de comunicación, un puerto que mueve mercancías potencialmente tóxicas y la cercanía del aeropuerto regional. "El perfil de riesgo de Avilés, obviamente, no es el de los Oscos pero la gente debe estar tranquila porque el riesgo, realmente, no es alto dado que fruto de años de trabajo hay mucha seguridad industrial, como demuestra la ausencia de catástrofes en la historia reciente", manifiesta el experto.

Aparte del ya comentado consejo de "quedarse en casa y seguir las indicaciones que dé Protección Civil" en caso de una catástrofe, Rafael Castro es un convencido defensor de la formación permanente del personal sanitario y de la realización de simulacros, lo que en su jerga se traduce en "tener entrenados a los equipos". Sobre este particular opina así: "Con los simulacros siempre se obtienen mejoras, quizás deberían realizarse más e incluso involucrar en ellos a la población civil". Así mismo, destaca la conveniencia de "divulgar información clara sobre los riesgos asociados a vivir en una zona industrial como es Avilés, algo que quizás no todo el mundo tenga muy claro".

Más reciente en el tiempo que su tesis, en 2012, la alumna del máster en análisis y gestión de emergencias y desastres María Vázquez realizó una encuesta entre personal sanitario avilesino y concluyó que los profesionales de la salud echaban en falta más formación específica en materia de riesgos y peligros industriales, así como información sobre cuáles serían sus funciones concretas en caso de catástrofe. Rafael Castro ignora si esa realidad ha cambiado, pero dice tener la percepción de que "la formación en esa materia nunca es suficiente".

Compartir el artículo

stats