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Los intoxicados con mercurio en Azsa piden a la UE que su caso sea enfermedad profesional

Los afectados enviarán un requerimiento a la Comisión de Peticiones y han abierto una caja de resistencia para casos de desamparo

Una pasada acción solidaria a beneficio de los intoxicados. M. VILLAMUZA

Los extrabajadores de Imsa intoxicados por mercurio en 2012 en la factoría Asturiana de Zinc (Azsa) pedirán ayuda a la Unión Europea para que las secuelas que padecen como consecuencia del accidente sean consideradas enfermedad profesional. En concreto, el colectivo de afectados pretende realizar un requerimiento formal a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en la que también solicitarán que se les provea de un modo de subsistencia "en tanto se les conceden las incapacidades laborales".

"Este caso se está tratando como si hubiese sido un accidente laboral. La enfermedad profesional se reconoce cuando la intoxicación se produce a lo largo del tiempo, como los casos de exposición al amianto. Lo que pedimos a la Unión Europea es que dada la gravedad de esta intoxicación, de la que no paran de salir secuelas, sea considerada una enfermedad profesional", explicó Dorinda Martínez, portavoz de los trabajadores intoxicados hace cinco años.

Martínez estuvo la semana pasada en el Parlamento Europeo, en Bruselas, donde insistió en que "los trabajadores no fueron correctamente tratados". "En algunos casos, ni siquiera recibieron tratamiento alguno en los primeros meses tras el episodio de contaminación y en otros fueron conejillos de indias porque los médicos no sabían como tenían que tratarlos. Desde marzo de este año reclamamos que se renueve el contrato de colaboración entre la compañía aseguradora y el Servicio de Salud del Principado de Asturias, porque estas personas tienen que recibir una atención médica continuada, adecuada y de calidad", expuso.

Uno de los afectados por la intoxicación sostiene que la mutua "está quitando diagnósticos". "Pagué de mi bolsillo una resonancia de columna por contraste que reflejó tres hernias discales. En la mutua me hicieron una resonancia, sin contraste, y resulta que ahora solo tengo una. Nos fallaron primero y lo siguen haciendo", protestó Víctor Calota

Por otra parte, los afectados por la intoxicación han abierto una caja de resistencia para apoyar a las personas del colectivo en situación de desamparo, aquellos que ni pueden trabajar ni tienen ingresos. Los interesados en colaborar pueden hacer ingresos en la cuenta número 3059 0087 55 2598272223 de la Caja Rural.

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