El azul se ha adueñado estos días de la arena de la playa de Salinas por la ingente cantidad de ejemplares de un hidrozoo denominado "Velella velella", que han quedado varados en Salinas y en otras partes del litoral de Castrillón. Se trata de una pólipo que es "pariente" de la carabela portuguesa, tal y como explican los científicos. Esta segunda "invasión" de medusas en apenas diez días ha alertado a los vecinos.

"Son unos pólipos que aparecen todos los años en octubre y noviembre. Llegan a nuestras costas por los temporales, el viento y las corrientes y quedan varadas en la arena. Los hidrozoos están muertos y no son peligrosos para el hombre, si se tocan se puede sentir un ligero escozor.", señaló ayer Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas (Cepesma).

"En el Cepesma, llevamos 20 años realizando el control de la costa asturiana y es habitual, en otoño e invierno, la aparición de estos pólipos en las playas. Desde que comenzamos el estudio, el único otoño que no llegaron a las playas fue el de 2008. En verano también están en el mar pero al no quedar varadas en los arenales son difíciles de apreciar", dijo.

Este hidrozoo la consigue la propulsión con una vela que tiene en su estructura. Al carecer de otros medios para trasladarse está a merced del viento para moverse por el mar. "Las que llegan a Asturias provienen del Atlántico y los vientos y las corrientes, que se producen de oeste a este, son las causas de que queden varadas", indicó Laria. Los tentáculos que tienen les sirven para alimentarse de zooplacton, un organismo suspendido en el agua. Los hidrozoos con de color azul oscuro y pueden alcanza hasta 10 por 5 centímetros.