La Orquesta de Cámara de Siero (OCAS) ofrece el sábado día 16 (19.30 horas) un concierto que integra música asturiana e indonesia de raíz tradicional. La formación estará acompañada en el escenario por el grupo "Mataniari" y el músico Adra Karim, con los que compartió actuaciones en el viaje realizado el pasado mes de agosto al país asiático, en el marco del proyecto de cooperación "Vínculos". En la siguiente entrevista, Manuel Paz, director de la agrupación asturiana e impulsor del recital, explica los pormenores de la próxima gala, cuyas entradas ya están a la venta al precio de diez euros.
- Un concierto que fusiona músicas de lugares tan dispares como Asturias e Indonesia. ¿Cómo nació este proyecto?
-Este concierto de la OCAS con solistas indonesios es el reflejo de las experiencias desarrolladas el pasado verano en el país asiático. Las actuaciones que realizamos tuvieron tal éxito que propusimos al Ministerio de Cultura indonesio organizar un viaje de vuelta con el grupo "Mataniari", de Sumatra, una referencia de la música batak. Actuamos con ellos en la zona del lago Toba y la repercusión fue tan grande que el propio Ministerio coordinó días después la celebración de otro concierto en Yakarta.
- ¿Qué ofrecerán en Avilés?
-Al Centro Niemeyer traeremos el espíritu indonesio durante la hora y media de concierto. Tocaremos cuatro piezas del grupo "Mataniari" que han sido orquestadas por los compositores Javier Vázquez, Adrián Pérez, Raúl Rodríguez y Flores Chaviano. Además, la OCAS ofrecerá temas asturianos, y se estrenará una obra para órgano Hammon y orquesta que estará interpretada por el solista Adra Karim, organista de jazz de Yakarta, que escribió la composición utilizando escalas indonesias.
- ¿Cómo fue la estancia en ese país?
-Espectacular, tanto los paisajes como la gente, que son de una hospitalidad increíble. Cada pueblo que visitábamos nos recibía con danzas y ritos; y los conciertos fueron multitudinarios. Estuvimos en tres zonas: el lago Toba, las islas Seribu y Yakarta. En la primera actuamos en un colegio de educación especial, así como en pueblos apartados a los que nunca había llegado una orquesta; en las islas recorrimos todos los colegios, y en Yakarta acudimos a un centro de acogida de niños huérfanos, además de actuar en salas muy importantes. También dimos clases de instrumentos a jóvenes de diferentes orquestas. Fueron veinte días muy intensos.
- La OCAS ya acumula, dentro del proyecto de cooperación "Vínculos", vivencias en varios continentes. ¿Se parecen las experiencias entre sí?
-Emprendemos cada viaje con las mismas herramientas y los mismos objetivos, pero cada país aporta aspectos distintos que hacen diferentes los proyectos. En Indonesia, concretamente, existe una cultura musical; se siente respeto y veneración por la tradicional, hay una admiración por la música y un gusto por su disfrute. En Avilés vamos a demostrar ese acervo musical.
- Además de llevar la música a lugares lejanos, donan instrumentos. ¿De dónde proceden?
-Son donaciones de particulares que canaliza la empresa Seur. En Indonesia entregamos 30 instrumentos a colegios y orquestas, además de material escolar y ropa deportiva donada por la firma Joluvi.
- ¿Mantienen contacto con las entidades que han ido visitando en todos estos años?
-Sí, prácticamente con todos los países existe algún tipo de contacto y los ayudamos modestamente, en la medida de nuestras posibilidades. Por ejemplo, durante algunos años pagamos un profesor de música en Nicaragua y ahora estamos montando una escuela de música en Boca Chica, (República Dominicana) junto a la Fundación Sandra Ibarra y la ONG AEA Solidaria.
- Precisamente, el periodista asturiano Juan Ramón Lucas apoya el proyecto "Vínculos".
-Nos encontramos en un concierto solidario para la Fundación Sandra Ibarra y aquello desencadenó una relación de amistad y respeto mutuo. Cuando puede echarnos una mano, ahí está.
- Los músicos de la OCAS son jóvenes instrumentistas. ¿Cómo responden ante apuestas tan solidarias?
-Conocer otras sociedades, con otra articulación, diferente cultura y valores morales y éticos es impagable. Para ellos, es un enriquecimiento, un aprendizaje de vida.
