El octavo Salón de Turrones y Mazapanes Artesanos de Avilés es el escaparate para la innovación y el desarrollo en materia de dulces y confites. Lo explicó ayer la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, que lo inauguró, y también lo recalcó Manuel Campa, el presidente de la Mancomunidad de Avilés, la entidad organizadora de un encuentro en el que se pueden probar turrones de sidra y de dulce de manzana, de chocolate y fresa y hasta de "brownie". "No sólo se venden nuevos dulces, se presentan los que están por venir, los que protagonizarán estas fiestas", apuntó Monteserín. "Venimos todos los años y lo hacemos porque funciona, porque probamos las nuevas cosas", apuntó Paula Menéndez, de la confitería Grao, en Villalegre, con un turrón de Ferrero Rocher en la bandeja. "Quien prueba, repite", admite.

La principal novedad de este encuentro es la ubicación. "Sólo hemos subido un piso con respecto a otros años, pero nos parece que este cambio es amigable", aseguró Manuel Campa. El sector de las confiterías en Avilés "funciona" y prueba de ello es que el encuentro previo a la navidad está más que consolidado. "Llevamos tres años haciéndolo en estas fechas del puente, creemos que es el mejor momento", añadió Campa. "Nuestra intención es promocionarlo en destino. Lo hicimos en Valladolid con el bollo de Pascua", recalcó el también concejal de Promoción de Ciudad.

Las confiterías que participan este año son cinco -el año pasado fueron seis, una ha caído, pero por una cuestión de salud-. Son La Casería, Grao, Versalles, Vidal y Elvira: cinco empresas, pero siete establecimientos. Los primeros visitantes al salón, sin embargo, no echaron de menos otras tiendas. Los niños Aleix Madriñán y Paula Iglesias estaban disfrutando con enormes sonrisas en sus rostros de galletas de jengibre con forma de papas noeles, los dos estuvieron acompañados de un repostero animoso, un papel representado por el actor Borja Roces, el encargado de dulcificar el mercado de productos navideños que se abrió ayer a mediodía y en el que los clientes pueden degustar como nunca mazapanes con forma de pequeños cocodrilos, como los que ofrece Elvira Álvarez. O los rollos de Navidad de la confitería Vidal. "Venimos aquí cada año. Este año, además, traemos un turrón de pistacho y frambuesa", apunta Samanta Conejo. "El salón funciona porque es mejor modo de probar lo que hacemos", añade. Maite Aguado, que trabaja en la confitería Versalles, es de la misma opinión. La innovación que presenta es el turrón del Trasgu, con frutos del bosque. Hoy domingo el salón de los dulces está abierto de 11.30 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas.