Un vehículo sin conductor dio el susto ayer en la subida de la calle Abedul de Los Campos. El dueño había dejado el coche sin el freno de mano puesto en la zona alta de la calle y, cuando se dio cuenta, el turismo comenzaba a moverse cuesta abajo. Otros dos coches que subían por la vía trataron de esquivarlo sin conseguir evitar el golpe, aunque, a priori y a falta de pruebas médicas, los ocupantes resultaron ilesos. "Todavía tengo el susto en el cuerpo", señaló una de las ocupantes del primer coche que se encontró con el turismo sin control.

El vehículo bajó los alrededor de 70 metros por la vía y subió a la acera para seguir otros 80 metros por el prado de la zona baja de la calle hasta chocar contra un árbol, completando unos 150 metros de trayecto. Para realizarlo, el coche tuvo que pasar entre farolas, otros turismos aparcados y mobiliario urbano. Eso sí, uno de los bancos si se vio dañado por el paso del automóvil.

La calle que tiene tres tramos para rodear un terreno: una recta en la zona baja del terreno, la cuesta y otra recta en la zona alta. Al parecer, el coche, un Opel Astra, estaba parado al final del tramo en cuesta y el dueño lo dejó en un lugar aparentemente llano, arrancado y sin el freno de mano puesto, para entregar unas bolsas junto al vehículo. Sin embargo, el terreno no estaba tan llano como aparentaba y el vehículo, sin control, se encaminó cuesta abajo arrollando a otros dos. "El coche cogió mucha velocidad y no paraba, ha provocado un susto enorme", señaló otro de los ocupantes de los automóviles afectados por el incidente.

El primer coche que encontró en su camino, un Dacia Stepway, acababa de girar en la curva de la parte de abajo de la cuesta. "Acertamos a esquivarlo un poco e intentamos avisar al coche que venía inmediatamente detrás", comentan sus ocupantes. Con todo recibió un impacto que le dejó, entre otros daño, el parachoques rajado. El segundo vehículo que se encontró de bruces con el accidente fue un Ford Fiesta de tres puertas, que recibió un golpe a la altura de lo que sería la puerta trasera.

"El golpe con los dos coches hizo que el vehículo girara e hiciera el amago de realizar la curva inferior de la cuesta, pero acabó atravesando la acera entre unos contenedores y un coche aparcado para seguir por el prado", explican los testigos del accidente. En el prado, también en cuesta, el vehículo pasó por otro camino peatonal y siguió esquivando farolas y árboles, hasta que se empotró con uno, a apenas tres metros de un edificio. "Fue una suerte que no hubiera ningún peatón en todo el tramo, no quiero ni imaginarlo", comentó el dueño del vehículo a los presentes, todavía temblando. Y es que al otro lado de la carretera junto a la que quedó el vehículo tras chocar con el árbol, está la escuela infantil de Las Vegas.

Al recibir el golpe, el coche bloqueó las puertas, por lo que todavía estuvo varios minutos encedido mientras un familiar acercaba otro juego de llaves para intentar abrirlo y apagar el motor. Mientras tanto, los ocupantes de los otros dos vehículos registraron los datos y se marcharon en los coches al centro de salud para comprobar si había alguna lesión que no se detectara en un primer momento.