"No sé lo que va a pasar con nosotros; habrá que quemar barcos y dedicarse a otra cosa", lamentó ayer Dimas García, presidente de la Federación regional de Cofradías, tras conocer que Europa dará un nuevo hachazo a dos de las especies más importantes para la flota asturiana: la merluza y la xarda. Para la primera, el recorte, aunque menor que el quería la Comisión Europea, será del 13 por ciento; para la caballa, una caída del 20. Hicieron falta más de 20 horas de reuniones para que los 28 ministros de Pesca de la Unión Europea llegaran a un acuerdo para el reparto de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y las cuotas pesqueras en aguas del Atlántico y el mar del Norte para 2018.

Tras el consenso, la ministra española, Isabel García Tejerina, se mostró satisfecha ya que se habían conseguido "mejoras sustanciales" con respecto a las propuestas iniciales de la Comisión. "El acuerdo alcanzado ayudará a mantener la estabilidad de la flota y el empleo asociado, al tiempo que se alcanza el rendimiento máximo sostenible", destacó la responsable de Agricultura y Pesca de España.

La visión de María Jesús Álvarez, consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, por contra, es negativa ya que asegura que el caladero del Cantábrico Noroeste, donde faena la flota asturiana, pierde un 3 por ciento de posibilidades de pesca e incluso exige al Ministerio que compense económicamente a la flota asturiana "por el daño que se le hace por esa imposibilidad de tener una pesca que les permita vivir de forma razonable". Incidió, sobre todo, en los recortes de merluza y xarda: "Para que situemos el alcance de reducción, en 2017, la flota de artes menores agotó sus posibilidades de pesca de merluza en junio; la xarda, duró 8 días. Con la nueva reducción, tenemos un problema que no va a paliar el hecho de que otras especies, como la raya, el jurel o el gallo, suban. No es suficiente para el daño que se hace a la flota asturiana", aseveró Álvarez.

Por ese motivo, la responsable regional exige al Ministerio de Pesca que haga "una buena gestión" de las posibilidades de pesca e incluya la revisión del reparto de los cupos de merluza: "A artes como el arrastre les sobra siempre y ésta es una cuota importante para el palangre, la volanta y las artes menores". Dimas García también se suma a esa propuesta y reclama que se retome las negociaciones para realizar un "reparto justo" tanto entre las diferentes artes como entre las flotas cantábricas: "no puede ser que un barco gallego o vasco pueda pescar más que yo".

El acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Pesca también afecta a otras especies importantes para la flota regional, que se explotan en la zona VIIIc. En el caso de la anchoa, España mantendrá la misma cuota para el año que viene (29.700 toneladas) y suben las posibilidades de la pesca de gallos en un 20 por ciento (1.280 toneladas en total), la de bacaladilla en un 3,3 por ciento (42.778 toneladas), la de rayas en un 14 por ciento (1.337 toneladas) y la del jurel, en un 21 por ciento (14.335 toneladas en total para toda España). Por contra, bajan la merluza sur un 13 por ciento -la Comisión Europea proponía una caída del 30 por ciento- hasta las 5.924 toneladas, y la xarda, con un 20 por ciento menos, hasta las 30.746 toneladas.

Uno de los objetivos de la ministra de Agricultura y Pesca era conseguir cuota para la cigala del Cantábrico, que ahora está vedada. Logró que el ICES revise su propuesta para poder reabrir la pesquería con fines científicos.