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Denuncian la presencia de furtivos atraídos por el retorno de la angula a la ría de Avilés

Un ornitólogo del grupo Mavea y vecinos de Zeluán señalan la desembocadura del Vioño como "punto caliente" de la pesca ilegal

La vuelta de la angula a la ría de Avilés, o al menos su entrada en cantidades más significativas que hace años, parece haber despertado el interés por su captura, aunque tal pesca sólo pueda hacerse de forma ilegal. Esto es, al menos, lo que denuncian algunos vecinos de Zeluán -una localidad donde a mediados del siglo pasado vivieron algunos de los anguleros más reputados de Avilés- y el ornitólogo César Álvarez Lao, buen conocedor del estuario y de la fauna que lo habita.

"Tradicionalmente, la angula se pescaba preferentemente en las desembocaduras de los ríos Arlós, Raíces y Vioño (todos tributarios de la ría). Vi la última tienda de campaña de pescadores montada en la década de los años ochenta en la desembocadura del Vioño, donde actualmente sigue habiendo furtivos", asegura Álvarez Lao en un texto escrito como colaboración en un trabajo conjunto de recuperación de la memoria angulera avilesina. Sus palabras encuentran eco entre vecinos de la zona: "Ver puede que no los haya visto nadie, pero hay indicios de su actividad", afirma un vecino de Zeluán al respecto de la presencia de furtivos.

El retorno de la angula a la ría avilesina es una realidad que conocen bien los ribereños y los miembros del colectivo ornitológico Mavea, si bien nadie se atreve a pronunciarse con seguridad sobre la cantidad de especímenes que remonta la ría en busca de las aguas dulces de los ríos y arroyos que desembocan en el estuario. Desde Mavea asocian este fenómeno a la paulatina mejora de la calidad de las aguas de la ría y señalan otra evidencia que prueba la presencia de angulas en esta fechas: la existencia de anguilas (la angula en forma adulta) en los cauces altos de los ríos tributarios del estuario.

"Con la mejora de la calidad del agua parece que ha aumentado el número de angulas y anguilas en la ría avilesina, aunque es más que posible que las mismas no llegasen a desaparecer por completo ni en los perores años de la contaminación industrial", apunta Álvarez Lao.

Los activistas medioambientales relacionan el fenómeno del supuesto furtivismo angulero con la pesca ilegal de crustáceos y moluscos y también con el aprovechamiento de las aguas del monumento natural de Zeluán para el engorde de marisco, todas ellas actividades prohibidas por la protección especial de que disfruta ese espacio.

La legislación pesquera asturiana pena con multas de hasta 6.000 euros el furtivismo en aguas litorales, si bien la sanción más habitual por pesca ilegal de angula suele rondar los 1.500 euros. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la guardería pesquera suelen centrar sus acciones contra el furtivismo en las rías del Nalón y del Sella, los lugares de Asturias donde más abunda la angula.

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