"Coge lo que necesites y deja lo que puedas". Esa es la filosofía que resume la Fraternidad de Francisco, el primer proyecto del popular Padre Ángel en Avilés. El local, ubicado en la calle Ruiz Gómez nº 23 -enfrente de la Grapa-, pasa por ser "una experiencia única en el mundo", ya que está abierta "a todo aquel que necesite ayuda, sin importar raza, género, religión u orientación", explicó el sacerdote asturiano, premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994.

El recinto aspira a convertirse en un punto de ayuda social para los avilesinos. Cualquiera que lo desee y que tenga un problema podrá acudir en busca de auxilio. El objetivo de la Orden Franciscana Seglar de Avilés, impulsora junto con Mensajeros para la Paz -la congregación del Padre Ángel-, es poder ofrecer toda clase servicios. "Hemos hablado con abogados, para que voluntariamente vengan a ofrecer asesoramiento legal gratuito a quien lo requiera. Queremos contar con psicólogos, médicos, que la gente deje alimentos... Ser útiles, en definitiva", explicó Javier Valbuena, responsable local de la orden.

El recinto estará plenamente operativo el próximo 8 de enero, aunque previamente abrirá para celebrar la Nochebuena. Con aforo para 50 personas, el horario de apertura será provisionalmente de nueve de la mañana hasta las diez de la noche, aunque se quiere abrir también por las noches. De distribución diáfana y decoración sobria, con paredes de color blanco, hay cuatro sillones, tres sofás y varias sillas de mimbre, ordenadas de tal manera que la Fraternidad de Francisco se asemeje "a un salón de una vivienda cualquiera", explicó Valbuena.

"Esto no será un tanatorio, ni un sitio para venir a jugar al parchís cuando haga frío, es una iniciativa única en el mundo, que arranca en Avilés y en la que el objetivo es prestar y recibir ayuda", explicó el cura mierense, sobre la Fraternidad de Francisco, que recibe ese nombre por los orígenes franciscanos de sus impulsores y por el actual Pontífice. La iniciativa no se quedará únicamente en la ciudad avilesina, pues si la idea funciona se exportará a Madrid, Toledo, Roma, Portugal y México.

A mayores del carácter altruista, el recinto aspira a ser una referencia cultural, donde realizar pequeños recitales de poesía y conciertos para piano. El instrumento será donado por Mensajeros de la Paz y cuesta poco imaginárselo colocado delante de la cristalera del local, desde donde se ve el acceso peatonal al Niemeyer.

El Padre Ángel se mostró satisfecho de que el proyecto haya cristalizado y su llegada a Avilés no pasó desapercibida. Decenas de personas se acercaron a recibirle y agradecerle su labor caritativa. Fiel a su estilo distendido, bromeó en los segundos previos a la inauguración. "El único apoyo que tenemos es el del pueblo, el más importante", afirmó.