"Nuestra hija tuvo que terminar el pasado curso precipitadamente pues las agresiones de que era objeto se intensificaron una semana antes de que diesen las vacaciones de verano, llegando a un estado emocional límite que la llevó a manifestar que prefería morirse a seguir así, que su vida en el colegio era horrible. Fue entonces cuando el equipo de orientación del colegio nos recomendó trasladar el problema a Salud Mental dando el asunto por zanjado". En esos preocupantes términos alertaron el pasado día 11 a la Inspección Educativa de Asturias los padres de los dos hermanos, una niña de 10 años y un varón de 7, presuntas víctimas de acoso escolar en un colegio público de Avilés. Pese a la gravedad del relato, la Inspección Educativa, siempre según la versión de la familia de los menores, no se puso en contacto con los padres hasta cuatro días después, cuando ya el asunto había trascendido a la opinión pública.

Los padres de la pareja de hermanos censura la pasividad mostrada por las autoridades educativas durante los últimos meses para abordar la problemática de sus hijos, denunciada por vez primera en junio de 2016. La dirección del actual colegio de los menores tampoco queda mejor parada en cuanto a su capacidad de reacción ante las denuncias de acoso y maltrato a los dos alumnos.

Según la denuncia que formulan los padres de los menores presuntamente acosados y que será ratificada mañana en el Juzgado, el equipo de orientación educativa y la dirección del colegio público avilesino donde están escolarizados los hermanos de 10 y 7 años comunicaron por correo electrónico el pasado día 3 de diciembre a la familia afectada que su caso sería objeto de una reunión a celebrar el próximo día 20, "primera fecha factible para reunir a todo el personal que asistirá a la misma". Así mismo, en la misiva que anuncia esa entrevista convocada para 17 días más tarde se ruega a los padres que confirmen por escrito su asistencia "puesto que tenemos que realizar una planificación especial para ese día en el centro debido al número de personas implicado".

Esa reacción de los responsables del colegio, la aparente dilación de plazos para solucionar un asunto grave como es una denuncia de acoso escolar continuado en el tiempo y un episodio de agresiones físicas con profesores de por medio, resultó insatisfactoria para los padres de los menores, que el día 5 de este mes exigieron por escrito explicaciones del incidente (un presunto maltrato físico protagonizado por dos profesores) que causó lesiones a su hijo de 7 años durante el transcurso de una visita escolar al Museo de la Historia Urbana de Avilés organizada el día 1 de diciembre pasado.

Como respuesta a esa nueva queja, el director del colegio reiteró la cita del día 20 como marco para "abordar detenidamente todos los temas relacionados con la situación escolar de sus hijos" Los padres, hartos de la situación, decidieron airear el asunto y tomar medidas judiciales que se concretarán dentro de unas horas. Fue entonces, advertida de las intenciones de los padres, cuando la Inspección Educativa de la Consejería de Educación reaccionó y citó a la familia de los niños para celebrar una reunión mañana mismo, lunes. La misma Inspección Educativa que tiene conocimiento desde junio de 2016 de la queja de estos padres por los insultos y vejaciones que sufre en el colegio su hija de 10 años y que ahora se han extendido al hijo varón, de 7 años en forma de agresión.

La presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar, Encarna García, pone este caso avilesino como ejemplo de la "habitual dejación de funciones" que caracteriza a la Consejería de Educación del Principado cuando se debe enfrentar a una problemática de acoso en algún colegio. "Están más por la labor de tapar que por la de solucionar", critica la presidenta del colectivo antiacoso escolar.