El Ballet Nacional Ruso deleitó ayer al público que abarrotó las butacas del auditorio del Centro Niemeyer con la representación de todo un clásico: "La bella durmiente" -en la imagen-. Más de 40 bailarines y solistas virtuosos pusieron en escena la obra de los Hermanos Grimm con música de Piotr Tchaikovsky y coreografía de Marius Petipa. Por la mañana, la música había resonado en la cúpula de la mano del Cuarteo Haendel de Puertos del Estado, nacido en la Escuela Superior de Música Reina Sofía.