Hace siete años, cuatro músicos de varias bandas indie asturianas decidieron crear "Petit Pop", un grupo de música infantil y familiar. Según Pedro Vigil, uno de sus componentes -junto a Lara González, Mar Álvarez y Covadonga de Silva- la clave del éxito del proyecto reside en que tienen en sus casas a sus mejores críticos: sus hijos. Esta tarde, a las 18.00 horas, los artistas darán su primer concierto avilesino en el teatro Palacio Valdés.
- ¿Cómo surge la idea de crear un grupo de música infantil?
-Surge de una necesidad vital. Tanto yo como mis compañeros, que trabajábamos por nuestra cuenta, vimos que estábamos en una etapa de nuestra vida muy distinta a la de antes. Muchos ya teníamos hijos y vimos la posibilidad de empezar a componer música para ellos. Fue una transición, aunque de primeras parezca brusca, muy natural.
- Y la idea cuajó.
-Sí, tuvimos suerte. Este negocio te permite ir conociendo a gente que te ayuda a grabar, a producir, a tocar fuera de Asturias. Siete años después, estamos muy contentos con lo que hemos conseguido, tenemos un público bien asentado.
- Pero a la hora de componer el cambio generacional del público sí que se tuvo que notar.
-Sí, bueno, en realidad nosotros nos consideramos un grupo familiar, apto para todos. Nuestro truco es tener hijos, que al final son los que escuchan primero los temas y nos dicen lo que les gusta y lo que no. "Petit Pop" está formado por músicos con una gran empatía hacia los más pequeños.
- Si a los conciertos van pequeños y mayores, ¿quiénes se emocionan más?
-(Ríe). Los adultos a veces se vuelven igual de locos que los críos. Tratamos de meter siempre un toque de humor en nuestros temas, creo que es algo que siempre nos ha caracterizado. Pese a tener una temática familiar, huimos de lo didáctico, algo que yo siempre he rechazado porque es como tratar a los niños como si fuesen idiotas. Lo políticamente correcto no siempre vale.
- ¿Cómo ha cambiado el panorama musical infantil en los últimos años?
-Antes la televisión tenía un poder brutal. Cualquier artista que apareciese en pantalla se convertía automáticamente en un fenómeno de masas. Hoy eso no pasa: el contenido televisivo ha dejado muy de lado a los niños. Y luego está internet, que es el gran protagonista ahora y nos sirve de herramienta para difundir nuestra música. Abre muchas puertas.
- ¿Y no las cierra? Con tanta oferta de contenidos en la pantalla del móvil, ¿es más difícil llevar a los niños al teatro?
-Bueno, eso ya es cosa de los padres. Mi hija, si yo la dejase, se tiraría once horas viendo la televisión. Pero yo le digo que no y la llevo a conciertos, al teatro, al cine. Hay que sacar a los niños de la dinámica de quedarse en casa con el ordenador.
- Existen también versiones en asturiano, denominada "Pop Piquiñín".
-Sí, toda la discografía está traducida. Y en los conciertos fuera de la región tocamos al menos un tema en asturiano. Ahí comprobamos perfectamente que los niños responden genial en cualquiera de las dos lenguas.
- Y hoy, en Avilés, ¿qué se va a encontrar el público?
-Es el primero concierto al uso de "Petit Pop" en Avilés, casi podría decirse que será nuestra carta de presentación. Ahora mismo estamos en un parón compositivo y rescatando en los directos temas que teníamos olvidados. Y a mí es que me encanta el Palacio Valdés, siempre he pensado que en Avilés se encuentra uno de los mejores teatros de Asturias.