El viceconsejero de Medio Ambiente, Benigno González Fano, el director general de Biodiversidad, Manuel Calvo y el alcalde de Gozón, Jorge González, se reunirán hoy a las 18.00 horas en Zeluán con el presidente de la Asociación "Enlaze", Agustín García, para tratar los problemas con las inundaciones que sufre la localidad desde hace años. La acumulación de arena en la zona de la Ensenada de Llodero provoca que, en periodos de mareas altas, el agua de la ría de Avilés supere el muelle y suma a la localidad en el caos. Los problemas con los olores, procedentes de la cercana planta depuradora de Maqua, también serán una de las quejas de los vecinos de la localidad de la parroquia de Laviana.

En un extenso comunicado remitido a los partidos del Consistorio de Gozón, la Asociación "Enlaze" pasó ayer revista de los problemas de Zeluán. La curiosidad es que el poblado, de unos pocos kilómetros de superficie y 136 habitantes de población, debe dialogar con seis administraciones diferentes: el Consistorio de Gozón, el Ayuntamiento de Avilés -por estar la depuradora en su suelo-, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente -por regentar la Confederación Hidrográfica del Cantábrico que acometerá la reforma de Maqua y Costas y Medio Marino, dedicada a proteger el ambiente costero-, el Puerto de Avilés -por gestionar lo referente a la ría- y al Principado de Asturias, a través de dos Consejerías, la de Ordenación del Territorio y la de Medio Ambiente. Todas ellas "son incapaces de ponerse de acuerdo entre ellas para solucionar nuestro problemas", aseguró Francisco Muñiz, el vicepresidente de Enlaze.

El origen del problema llegó con el aumento de calado de la ría de Avilés. "Al aumentar la profundidad, también aumentó la cantidad de agua y con ello la de arena que arrastra la ría". Dicha arena, prosigue Muñiz, "se ha venido acumulando en el muelle de Zeluán y hace de salto para que el agua, cuando hay mareas altas inunde todo el pueblo". El muelle de Zeluán se trata de una construcción artificial. En su momento, se asemejó a un paseo marítimo elevado a dos metros de altura. No obstante, en la actualidad la arena llega a ras de suelo. Lo que proponen los vecinos es construir una escollera que frene el agua. El problema es que el muelle está ubicado en lo que se conoce como la Charca de Zeluán, un lugar utilizado por aves migratorias para reposar y por ende protegido por la Consejería de Medio Ambiente.

Las inundaciones en Zeluán son frecuentes. El 3 de febrero de 2014, durante una marea viva, el agua corría por las calles de la localidad como un río embravecido. Lo mismo sucedió un mes más tarde, el 3 de marzo de ese mismo año, cuando la situación volvió a ser peligrosa. "El 30 de enero al 4 de febrero vuelve a haber mareas vivas y tememos una desgracia como la del 2014", se preocupó Francisco Muñiz. No sólo al agua temen los vecinos de Zeluán. La basura que se acumula en la zona del muelle también es un incordio. Los olores procedentes de la depuradora de Maqua, que costará reformar 40 millones de euros, "han lastrado al turismo local desde hace mucho tiempo. La gente se iba de las playas", zanjó Muñiz.