El jefe de departamento de un conocido centro comercial de Avilés afronta tres años de cárcel acusado de agredir sexualmente a una reponedora el día 5 de febrero de 2015 en un anexo del almacén donde ambos trabajaban. La Fiscalía solicita también una multa de 5.000 euros por un delito de abuso sexual, a raíz de los comentarios obscenos, que supuestamente, el acusado profirió a la víctima en varias ocasiones. "Me la pones gorda", llegó a decirle. Según el ministerio público, la agresión se produjo mientras el hombre pidió a la reponedora que le siguiera a la despensa para colocar cartones de leche. Dentro, la agarró por detrás y, posteriormente, la besó y le manoseó un pecho, entre otras vejaciones. La vista oral del juicio es hoy a las 9.45 horas en el Juzgado de los Penal número dos de Avilés.

Lo acontecido en el almacén no fue el único momento de presunto acoso. La denunciante entró a trabajar en la superficie comercial avilesina en 2001 como cajera. En verano de 2013, fue traslada al puesto de reponedora, comenzando entonces el acusado a ser su jefe. Según el relato de la Fiscalía, la relación entre ambos fue "normal" en el primer año. No obstante, la actitud del hombre cambiaría en el verano de 2014 para, en octubre de ese año, empezar a proferirle comentarios obscenos, tales como "cómo me la pones" o "me la pones gorda". La mujer, a estas expresiones, llegó a responderle que era "un cerdo", recibiendo por respuesta que "era su jefe" y que "a ver si vuelves a tu puesto de cajera y empiezas a hacer tardes". A mayores de estas expresiones, la trabajadora denuncia que "cuando se quedaban solos en el almacén, la rozaba".

La situación fue a más. En una ocasión, el supuesto agresor le dijo: "Mira, tenemos que vernos fuera del trabajo, tengo un piso vacío, si quieres poder ir allí a tomar un café, en el piso tengo un jacuzzi y yo, como libro los lunes, puedo darte algún lunes sin quitarte horas; dejas al niño en el colegio y te vienes conmigo al piso". La respuesta de la mujer fue una negativa. Desde ese momento, y entre diciembre de 2014 y enero de 2015, dice la Fiscalía que el supuesto agresor le lanzó más expresiones obscenas mientras reponía mercancía. Más tarde se produjo la supuesta agresión sexual.

Fue el 5 de febrero y con el pretexto de reponer la leche en el almacén, la agarró fuerte por detrás diciéndole "mira cómo estoy". La mujer consiguió zafarse, pero el hombre la cogió fuerte por las muñecas y poniéndole la cabeza sobre una balda, acercó su cara a la suya, introduciéndole la lengua en la boca. Todo ello a la vez que comenzó a tocarle un pecho y, acto seguido, hizo un gesto con la mano para intentar bajarle el pantalón, llegando a romperle uno de los botones. La mujer le asestó un golpe con la rodilla y logró liberarse. Como consecuencia, la afectada estuvo de baja laboral entre febrero y diciembre de 2015 por gastroenteritis y depresión. Durante ese periodo, el acusado averiguó su número de móvil y la llamó y mandó mensajes en términos "que atentaban a su dignidad", según la Fiscalía.

Por todo ello, se piden tres años de cárcel por un delito de agresión sexual y una multa de 5.000 euros por otro delito de abuso sexual. También, una indemnización de 5.000 euros, una orden de alejamiento de 500 metros del domicilio y puesto de trabajo, y prohibición de comunicarse con la víctima durante cinco años.