El vacío que deja en la ciudad Élida Fernández, fallecida hace una semana tras ser engullida por una ola en el espigón de San Juan de Nieva, se hizo de nuevo tangible esta mañana al terminar el homenaje preparado por sus amigos y familiares en la plaza del Parche. "La mayor felicidad de Élida era vernos unidos. Ésta es la mejor forma de honrar su memoria", aseguró su compañera Lucía González.

Como estaba previsto, el grupo de amigos de la fallecida -casi todos llevaban la indumentaria de "Los Verdes", el grupo fundado por la homenajeada y cuyo nombre hace referencia al color de sus ropas- partió del parque de Ferrera de camino al Parche a las 9.00 horas. A su llegada, y bajo los soportales, esperaban entre aplausos y lágrimas más amigos y familiares de Fernández, como su hermana Susana y el corredor Pablo Álvarez, que acompañaba a la fallecida en el momento del accidente.

Tras unas palabras de agradecimiento por "la labor comunitaria y de unión con los corredores de Avilés", los asistentes guardaron un minuto de silencio y soltaron decenas de globos de helio verdes. Después, el grupo se dividió entre el puñado de corredores que se dirigieron corriendo hasta Salinas y los que decidieron finalizar la jornada en la plaza.