Un hombre que aparenta sobre setenta años de edad, vestido con una gabardina de color beis y aspecto inocente ha sembrado el pánico sobre las siete y media de la tarde en las inmediaciones del parque del Muelle al atacar sin venir a cuento al menos a dos transeúntes con los que se cruzó en su camino.

A la primera de las víctimas la pinchó en el pecho con un objeto punzante que acabó siendo un alicate de punta redonda. El hombre, posiblemente aquejado de alguna enfermedad mental, apuntó el golpe a la cabeza del desprevenido transeúnte, que en ese momento estaba hablando por su teléfono móvil, y sólo los reflejos del viandante evitaron una desgracia: en el último momento el atacado se echó para atrás y la "puñalada" fue a parar al pecho, donde le produjo una herida por punción.

Fue esta persona, aún herida, la que avisó a la Policía de lo que acababa de ocurrir. También se ocupó de avisar a los demás transeúntes que había en ese momento en el lugar del peligro que entrañaba el extraño sujeto, que siguió andando como si no hubiera pasado nada por la calle Emile Robin cruzándose con gente que, alarmada, se hacía a un lado. Varias personas lo "marcaron" a distancia prudencial a la espera de la llegada de los policías y para prevenir posibles nuevos ataques.

A la altura de la plaza de Pedro Menéndez, el agresor volvió a las andadas. En este caso su víctima fue un señor de avanzada edad que estaba parado con su esposa delante de una farmacia. Le pegó un puñetazo en el vientre que hizo gemir de dolor a la víctima, quien luego explicaría que está convaleciente de una operación de vesícula y que el golpe fue directo a la zona dolorida por la cirugía.

A esas alturas, ya se oían las sirenas de los coches de policía llegando al lugar y el hombre se deshizo junto a unos contenedores de la herramienta convertida en arma que portaba. La Policía la recuperó minutos más tarde en un charco: un alicate de punta redondeada. El agresor giró hacia la calle La Estación y al poco de entrar en ella fue reducido por dos agentes de la Policía Nacional, orientados por los testigos. Nada le encontraron encima durante el registro de su ropa. Un coche patrulla lo condujo a la comisaría de la calle Río San Martín.

El primero de los heridos ha ido al Hospital San Agustín para evaluar su lesión en el pecho, que probablemente requiera puntos de sutura. La segunda persona atacada también precisó asistencia médica. Ambos manifestaron su intención de poner denuncia.