Ya les resultó raro a los agentes de la Policía Local de Avilés de patrulla por la calle La Ferrería ver a un niño a la una de la madrugada del pasado domingo, 7 de enero, cerca de la entrada de un bar de copas. Pero más asombro les causó , cuando le fueron a identificar, registrarlo y hallar en su poder una pistola de aire comprimido para cuya utilización es preciso contar con un permiso especial que, obviamente, el niños, de 11 años, no posee.

Los agentes requisaron de inmediato el arma, que funciona con aire comprimido y dispara balines de plástico, y se pusieron en contacto con el domicilio del menor. Localizada la madre, fue ella la que acudió a la zona a hacerse cargo del niño, que ahora queda en manos de la Fiscalía de Menores del Principado, a donde la Policía Local de Avilés envío copia del acta de intervención realizada. El alcance de la responsabilidad pudiera extenderse también a los padres, por haber dejado salir de casa a su hijo con una pistola que, manejada de forma inconsciente, puede hacer mucho daño.