Un corte de tensión en el complejo industrial de Arcelor-Mittal hizo saltar ayer las alarmas por una gran nube negra que se generó en las baterías de coque a media tarde, visible desde numerosos puntos de la comarca. El incidente se originó por un corte de tensión general que afectó a toda la factoría de Avilés, que está bajo investigación por la nube tóxica de la pasada primavera. Acto seguido se activaron los mecanismos de emergencia y las baterías quemaron el gas producido en las antorchas para evitar sobrepresiones en los hornos. Esa quema fue la que originó la intensa humareda. La multinacional, que investiga las causas y el alcance del incidente, remitió una nota informativa sobre lo sucedido a la Consejería de Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Avilés.

Al cierre de esta edición no había trascendido el motivo por el que la factoría avilesina perdió la tensión, una caída que no solo afectó a la coquería, sino a la totalidad del complejo de Arcelor-Mittal en Avilés. Fuentes de la compañía explicaron que los mecanismos de emergencia se activaron inmediatamente y que veinte minutos después se consiguió recuperar la tensión momentáneamente, porque se perdió de nuevo "al producirse un disparo". "A las 18.00 horas se restableció la tensión definitivamente, el personal de baterías revisó toda la planta y puso en servicio los equipos. Los exhaustores (bombas para la aspiración de gases) quedaron en servicio a las 18.16 horas y se fue normalizando gradualmente la situación", explicaron fuentes de la multinacional.

"Cuando no es una nube, es una fuga, o un vertido, no hay mes que no haya un accidente en una instalaciones viejas y que funcionan con una importante precariedad. La empresa tiene que tomar medidas decididas de mejora ya si quiere que sigan funcionando unos años más", protestaron los ecologistas.