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Más que rimas contra el acoso

Holguera, que rapeó ante 20.000 personas un tema contra el bullying en Madrid, grabará una maqueta este año

Guillermo Suárez Holguera posa en la calle Carreño Miranda. MARA VILLAMUZA

Guillermo Suárez Holguera es solo Holguera cuando rapea. Escucha rap desde que apenas tenía once años y, cuando cumplió unos pocos más, pensó que podía escribir rimas. Un viaje a Berlín en 2013 para visitar a su hermano le abrió los ojos. "No tenía nada que hacer, cogí bases de Hhgroups y empecé a rapear, soltaba las primeras frases que me salían, ahora lo escucho y me hace gracia", dice el joven.

Con su amigo Álex Santamarta comenzó los primeros versos; es más, él le animó a seguir escribiendo. El resto de sus colegas también le dieron el "ok". Y así siguió. Fue tal su amor por la métrica que se inscribió en el local social Abierto a un cursillo de rap. Poco a poco, fue ganando soltura, actuó ante 20 personas en su estreno en el escenario y también ante 20.000 cuando interpretó el rap contra el bullying -acoso escolar- en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid. También junto a Alex Santamarta. "Ese videoclip que grabamos en Avilés tiene 83.000 visitas en Youtube, se hizo viral, lo vio todo el mundo, salió en el telediario, en charlas, en todos los lados", destaca el rapero.

En Youtube, cuelga sus temas, aunque reconoce que ahora tiene todo un poco parado. Estudia Segundo de Bachillerato en la rama de Ciencias y piensa ser ingeniero químico con el fin de "arreglar" esta ciudad y sus problemas de contaminación. Lo primero, dice, son los estudios. El rap es secundario, pero nunca lo ha dejado de lado, es más, promete sacar una maqueta para finales de año. Cuando escribe, compone temas "amorosos", aunque también se deja llevar por otros "cañeros, con bases más agresivas". Las bases musicales son extraídas de internet y sobre ellas teje canciones como "Pantera negra" que compuso junto a Vallina, otro amigo, que se montó en un estudio de grabación en su casa, de nombre "Asvr".

Desde que le dio por componer y grabar, Holguera ha dado pasos de gigante. "Ahora, una letra muy muy currada me lleva dos días, una normal, en media hora está lista", señala. Con una base de fondo, se siente motivado para pensar en verso, en textos sobre bases en las que imprime, en ocasiones, crítica social. "Hablo de todo", destaca el joven, que ve el rap como una afición que le ayuda a pasar sus ratos libres de una manera más agradable. Para y piensa que sus letras son mucho más que aquella canción contra el acoso escolar que rapeó ante 20.000 personas en la plaza de toros de LasVentas.

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