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VÍCTOR MARTÍN GARCÍA | SECRETARIO DEL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA E INSTRUCCIÓN NÚMERO 2 DE AVILÉS, RECIÉN JUBILADO

El secretario de las 23 elecciones

El salmantino vino a Avilés en 1970 para trabajar de auxiliar judicial y acaba de poner el broche a una carrera a la que llegó "de casualidad"

Víctor Martín, en la pasarela de la ría. MARA VILLAMUZA

Corría el año 1970 cuando el joven salmantino Víctor Martín llegó a Avilés para trabajar de auxiliar del cuerpo de tramitación procesal en el Juzgado de primera instancia número 2 de Avilés. El veinteañero llegó a una ciudad que bullía con la juventud que atrajo Ensidesa y en la que se enganchó a un Real Avilés que ahora no le da más que disgustos. Cuarenta y ocho años después ha puesto el broche a una carrera a la que llegó "de casualidad" y que le llevó a participar en la organización de las primeras elecciones de la democracia. Desde entonces, ha sido el secretario de la Junta Electoral de Avilés en 22 comicios. Histórico de los juzgados y muy conocido a la ciudad, compañeros y amigos le organizan una comida homenaje el próximo día 26 de enero que se prevé multitudinaria y en la que compartirá protagonismo con su esposa, Pilar Llera, funcionaria de carrera del Juzgado de primera instancia e instrucción número 6, que también se jubila.

Víctor Martín no acabó en el ámbito judicial por vocación ni por herencia familiar. Tenía claro que quería ser funcionario del Estado, así que en cuanto acabó el bachiller hizo la mili, entonces requisito imprescindible para el funcionariado. Con 23 años, ya preparado, llegó a Avilés como auxiliar del Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés. Entonces la sede judicial estaba en Las Meanas, en el edificio que luego ocupó la Clínica Covadonga, y había solo dos juzgados de instrucción y otros dos municipales.

Aquella ciudad que conoció el veinteañero Martín era "tremendamente joven, estaba en plena ebullición" pero también era "una ciudad sucia" ("Salías con la camisa blanca para ir a trabajar y cuando volvías la tenías negra"). "Primero viví en una pensión en Palacio Valdés. Cuando llegué ganaba 8.000 pesetas al mes. Tenía compañeros de la pensión que ya ganaban 30.000. Se ganaba mucho con la industria auxiliar y los montajes. La zona de los vinos era Bances Candamo. Era un hervidero todas las noches, estaban llenos todos los bares", relata.

A los dos años de su llegada a Avilés sacó las oposiciones de oficial y cambió los juzgados de Las Meanas por los de Luarca. Regresó en 1977, año en que empezó la carrera de Derecho, formación que le permitió acceder al puesto de secretario judicial por unas oposiciones restringidas. Los cambios de destino como secretario lo llevaron a otros juzgados gallegos y asturianos, hasta que en los noventa se asentó de forma definitiva en los de Avilés.

Las herramientas fundamentales de Víctor Martín en los inicios eran la máquina de escribir y el papel de calco. "Los primeros ordenadores llegaron en el 83, cuando estaba de oficial en el Juzgado de instrucción número 1. Eran programas muy rudimentarios pero el ahorro de trabajo y de tiempo fue impresionante. Ahora hay un Servicio Común de Notificaciones y Embargos, pero de aquella cada juzgado hacía los suyos. Teníamos que patear Avilés, Corvera, Gozón... Era un trabajo entretenido", explica sonriente.

El recién jubilado recuerda con aparente añoranza 1977, año en que le tocó asumir de la mano del juez Juli Lagares un reto totalmente desconocido, la organización de las primeras elecciones democráticas. "Al poco de llegar a Avilés (procedentes de los juzgados de Luarca) se convocaron las primeras elecciones generales. No teníamos ni idea de lo que era aquello. Desde entonces llevo organizadas 23 elecciones", dice con orgullo. El traslado a la sede actual de los juzgados, en Marcos del Torniello, fue poco después, en 1979. "El primer acto oficial que tuvimos en el nuevo palacio de justicia fue el escrutinio de las primeras elecciones locales de abril del 79", prosigue.

Lo suyo con la política no se ha limitado simplemente a velar por la transparencia y objetividad en un proceso electoral. Afiliado desde la década de 1990 al Partido Popular de Avilés, el letrado ha sido miembro de la junta directiva regional y local, donde fue secretario, y también fue integrante del comité de garantías. Ahora dice ser "un simple afiliado de base que está contemplando atónito las controversias que hay entre unos y otros". Martín tacha de "esperpéntica" la crisis que atraviesa su partido, con el grupo municipal completamente dividido y enfrentado. "Estamos a año y medio de unas elecciones. A este paso va a ocurrir lo mismo que en Gijón. Vamos a quedarnos con dos concejales y crecerá Ciudadanos", lamenta.

El fútbol es una de las pasiones de este madridista, socio número 38 del Real Avilés y que esta temporada, "por primera vez en 47 años", no ha renovado el carné, pese a haber sido "un seguidor impenitente". Ni los blancos ni los blanquiazules le dan alegrías esta temporada. Víctor Martín no es un mero aficionado, conoce a la perfección todos los entresijos del deporte rey en Avilés. Fue ocho años directivo cuando se produjo la fusión del Ensidesa con el Real Avilés y estuvo tres años más cuando Golplus entró en juego. Coleccionista de sellos, forma parte de la directiva del Grupo Filatélico, y la tauromaquia es otra de sus aficiones. Abonado de la feria de Gijón, todos los años acude a la cita estival con sus hijos, que no solo han heredado la vena taurina, sino que también han seguido los pasos hacia profesiones jurídicas. Uno es abogado en Avilés y otro juez en Pola de Siero, padre de su "nietín" Guille . "Cuando nos reunimos en casa las conversaciones giran en torno al Derecho. Estamos todos vinculados a la profesión", concluye el letrado de las 23 elecciones.

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