Silencio. Los clientes del bar El Muelle apenas emiten sonidos y, si lo hacen, es para susurrar. El bar está lleno a punto de comenzar la primera actuación de la muestra de canción habanera de Luanco con motivo de las fiestas del Socorro. A un lado, están los miembros del coro de la sidrería, con Andrea Gutiérrez a la batuta. Al otro, el público. "Estoy tranquila, tengo tablas", sonríe Guadalupe Coello, que no quiere admitir esos nervios de última hora, que su compañera Ana Feito reconoce. Han afinado sus voces con agua y "un poco de vino" antes de cantar la primera habanera. Ana Gutiérrez, mierense residente en Luanco, muestra su pañuelo azul marinero, como manda la tradición. El respeto y la emoción se palpan en el ambiente.

"Control, ésa es la palabra", les comenta la directora a los coristas antes de comenzar a cantar. Ya con todo listo, empieza el concierto, que el grupo dedica a Ramón Menéndez, más conocido como "Ramón, el del Muelle", querido hostelero fallecido el pasado año y gerente del local en el que se estrenó el certamen, que durará hasta el viernes en los bares. La gala será el domingo en el polideportivo, a las 17.00 horas.

Más respeto. Los clientes del bar toman sidra y vino y apenas hablan. Algunos están sentados, pero la mayoría, de pie. La canción marinera se siente, se protege. Y cuando suenan las primeras melodías vocales de la canción "La playa del querer", muchos sacan sus móviles y se ponen a grabar. Otros, sin inmutarse, cantan a un volumen muy bajo, casi imperceptible. Lo suficiente para seguir el concierto de esta arraigada tradición luanquina.

Tras "La playa del querer", llega "Recuerdos". Y, después, los aplausos. La duración de actuación es limitada. El recital en El Muelle dura poco más de media hora. Hay que dar tiempo para que los aficionados a los coros puedan ver la actuación que el grupo del restaurante Terramar ofrece en el Alkázar, en San Jorge de Heres.

Poco a poco, el público se va animando y canta suave junto a los componentes de la coral de El Parque. Uno de los momentos álgidos de esta primera actuación coral del Socorro se produce cuando la directora anuncia que el siguiente tema será "Más blanca que la espuma". Los luanquinos la saben y lo demuestran al entonar esa pieza cargada de nostalgia y de salitre.

Más tarde llega "La capitana", que cerrará la actuación. Todos los asistentes, la entonan. "Nos sentimos cómodos", afirma Paco Arcoiza. A su lado, Fernando Fernández resalta: "El viernes estaremos mucho mejor". Norberto Álvarez percibe que hay cosas que mejorar, pero eso sí, las ganas por participar y mantener viva una antigua tradición marinera "son imparables". "Como la tensión que hay que tener para cantar", concluye Arcoiza.