Julio Pardo, el confitero avilesino declarado culpable por un jurado popular de haber matado a golpes a su mujer, podría haber tratado de quitarse la vida consumiendo "una alta dosis de pastillas", según explicaron ayer fuentes cercanas al acusado. El detenido ingresó el martes en el HUCA tras mostrar "síntomas de desorientación" en su celda del centro penitenciario de Asturias.

Según Félix Guisasola, su abogado, Pardo continúa en planta, "estable y bien", a la espera de recibir el alta médica: "Se supone que de Medicina Interna pasará al área de Salud Mental porque las causas de su ingreso siguen sin estar claras y continúa abierta la posibilidad de que se hubiese intoxicado a propósito". El confitero, pendiente de recibir la sentencia del juez que aclarará su condena, se cayó de su litera en mitad de la noche del lunes e ingresó en el hospital al día siguiente. Según fuentes penitenciarias, su vida no corre peligro.