El Ayuntamiento de Avilés intentará negociar con el Ministerio de Fomento una solución más ambiciosa para soterrar las vías. Si Íñigo de la Serna defendió un soterramiento bien de 500 metros bien de 850, Luis Ramón Fernández Huerga, concejal de Urbanismo, desveló ayer en un acto organizado por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés que el Consistorio aspira a que el túnel que despejará de raíles el centro de la ciudad tenga una mayor longitud, gracias a una pendiente un poco más pronunciada (20 milímetros por kilómetros frente a los 12 o 18 de los proyectos que ahora se estudian). Eso permitiría "una opción más barata y viable, ya que no habrá que tocar el cauce del río San Martín".

"Ese proyecto haría que el tren subiera y bajara con más rapidez, pero también es cierto que choca con la normativa ferroviaria. Esos casos hay que justificarlos mucho, pero creo que se puede hacer en este caso, por ser el tramo que es", reconoció Basilio Jerónimo de Paz, director de los Servicios Técnicos municipales.

Ambos fueron los encargados de explicar a los asistentes los dos grandes proyectos que tiene ahora en cartera Avilés con el Ministerio y el Principado: el plan de vías y los accesos a la margen izquierda del Puerto (ronda norte). Entre el público estaba la alcaldesa, Mariví Monteserín; el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega; el presidente del Avilés Club de Empresas, Francisco Fernández Cuervo-Arango; el exalcalde Manuel Ponga, además de vecinos y concejales y exconcejales avilesinos del PSOE.

"Es un buen momento para conseguir sacarlos adelante. Tenemos un acuerdo con el Ministerio y con el Principado, y eso no es sencillo. La última vez que ocurrió fue con el proyecto del saneamiento de la ría. Es una garantía y se dan las condiciones para conseguirlo. Lo más importante es que haya un consenso y un acuerdo entre partidos políticos, sindicatos y vecinos y que estos entiendan que no es un brindis al sol: los dos proyectos son razonables, asumibles económicamente y son dos buenas alternativas", defendió Fernández Huerga.

Ahora, esos planes están pendientes de la firma de un protocolo a tres bandas -será antes del 1 de abril- para que se pueda empezar a redactar los estudios informativos para analizar su viabilidad. En el caso de la barrera ferroviaria, el informe tendrá que aclarar, por ejemplo, si es posible hacer dos tubos en la parte que irá soterrada -uno para Renfe y otro para Feve-, cómo se podrían desviar los ríos y la situación del suelo afectado.

Respecto a la ronda norte, tras explicar todos los años anteriores de vicisitudes, Fernández Huerga destacó cómo los técnicos municipales volvieron a tomar la iniciativa para realizar un proyecto en el que, además de sacar los tráficos portuarios, permitiera descongestionar los tráficos de empresas como Azsa o Cristalería y también dotar de un acceso directo al Hospital San Agustín. La solución, que discurre sólo por terrenos avilesinos, tiene salida en la variante de Avilés. Sobre su posible congestión, el concejal de Urbanismo afirma que se ha intentado acortar el trazado de la variante afectada por los nuevos tráficos. Aunque tanto Huerga como Basilio Jerónimo precisaron que el Ministerio y el Principado tendrán que analizar. "La capacidad de la vía y el ancho -de dos o de cuatro carriles- lo tendrá que decidir el proyecto. En ese estudio también se verá el impacto del tráfico", comentó el jefe de los Servicios Técnicos.

Respecto a la intención de la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, de recurrir el trazado, Huerga se limitó a decir: "En una carretera que sólo pasa por Avilés, la Alcaldesa tendrá posibilidades de alegar, pero no sé si tendrá razones para ello".