La concejala de Hacienda, Raquel Ruiz, defiende con vehemencia el proyecto de presupuestos elaborado por el PSOE para 2018, los terceros que le ha tocado defender en este mandato. Las cuentas ascienden a 73,5 millones de euros, pero ahora están en el aire durante un mes -hasta el 28 de febrero- porque la alcaldesa, Mariví Monteserín, no superó una cuestión de confianza esta semana. La oposición puede presentar una alternativa.
- Al final, no hubo acuerdo y tuvieron que acudir a la segunda cuestión de confianza del mandato, ¿entendió la postura de algunos grupos?
-La verdad es que no se entiende la postura de ningún partido. Presentábamos un presupuesto con unas líneas de actuación concretas en base al modelo de ciudad en el que creemos y defendemos. Ningún otro grupo hizo aportaciones ni mostró una alternativa. En el caso del PP, dijeron en un primer momento que no estaban para obstruir la administración y que su intención era no poner impedimentos, pero votaron en contra la cuestión de confianza sabiendo que no tienen un modelo alternativo. Además, se levantaron de la negociación sin saber nuestra respuesta
- ¿Y el resto?
-Sobre el resto de grupo, sobre todo Somos, hizo propuestas que ya estamos llevando a cabo. En las cláusulas sociales de los contratos, ya estamos valorando el precio por encima del convenio, como el de ayuda a domicilio. Fuimos pionero en impulsar medidas sociales en la contratación pública y ahora queremos mejorar la instrucción para hacerla más eficiente. No queremos quedarnos sólo en la valoración del precio, sino ir más allá en cuanto a las condiciones que se estipulen, contando con las empresas de inserción. Este año, por primera vez, hemos incluido un porcentaje de reserva para centros especiales de empleo.
- Lo que les reprochan es que no querían negociar, que tenían una estrategia clara para ir a una cuestión de confianza...
-No teníamos esa estrategia. Dijimos que dedicaríamos el tiempo que hiciera falta hablando con los grupos. Ciudadanos fue el único que hizo aportaciones, con líneas que se complementaban y sumaban y no hubo problema para un acuerdo. El resto no fue posible. No compartimos el modelo ni de Somos ni el de IU de la renta municipal. Es una propuesta que estigmatiza la pobreza, que recuerda al antiguo padrón de beneficiencia. Ya conocíamos de antemano en qué consiste porque lo hacen en Gijón, y lo aplican para poder aumentar ejecución de gasto corriente.
- Ese mes de espera, ¿supone alguna parálisis?
-Nosotros seguiremos ejecutando el presupuesto prorrogado, e impulsando los proyecto previstos en el presupuesto del año pasado. Y cuando transcurra el plazo oportuno y ya se apruebe el presupuesto de 2018, se integrarán los créditos nuevos. Seguirá la actividad normal hasta marzo o abril, cuando entre en vigor.
- ¿Temen que algún grupo presente un presupuesto y un candidato alternativo?
-Es una cuestión que depende de cada partido. El mismo día del Pleno, el portavoz de Somos, David Salcines, decía que ellos eran capaces de llegar a acuerdos, incluso con el PP. No sé si presentarán un alcalde alternativo, pero es curioso que haga esa mención.
- Hablemos del presupuesto, ¿cómo lo definiría?
-Es claramente inversor. Y no solo depende de la financiación a través de operaciones de crédito. Este año hemos conseguido bajar los niveles de endeudamiento, con lo que tenemos más recursos generales del Ayuntamiento. Es posible porque denota capacidad de autofinanciación. Ahora tenemos proyectos muy importantes sobre los que se lleva tiempo trabajando, como el DUSI. Eso fue una apuesta de la Unión Europea por nuestro modelo de futuro: sostenible e integrador y que tiene una perspectiva clara de futuro. También tenemos la ampliación de los ejes comerciales de Avilés, con actuaciones en La Luz y Versalles, y la modernización digital.
- Las cuentas incluyen más dinero para Cultura, Festejos, Igualdad, Juventud... ¿Se acabó la época de apretarse el cinturón?
-Creo que sí. Está habiendo una evolución positiva del presupuesto en los últimos años. El presupuesto del Ayuntamiento es de 67 millones, unos niveles parecidos a 2010, con un crecimiento del 2,4 por ciento respecto al año pasado. A medio plazo la tendencia es positiva.
- Promoción social es una de la áreas que más partidas se lleva, ¿hay un tope para las ayudas de Servicios Sociales?
-Lo que hacemos todos los años es ir viendo las ayudas y el perfil de los usuarios, para ir ajustando las necesidades a mayores o proponiendo nuevas ideas que haya en el servicio, pero siempre en función de la disponibilidad presupuestaria.
- Promoción Económica también sube este año, ¿qué objetivos se marcan?
-Está el plan de emprendimiento, con el que, por una parte, tenemos la intención de acompañar y también asesorar a las personas a mayores de 40 años que quieran hacerse emprendedores, y, por otra, una red de mentores, que se potenciará. La agencia de atención a inversores puede ser positiva para la ciudad y la antena en Europa también puede dar beneficio porque puede dar lugar a convocatorias, mayor financiación y nuevos proyectos en los que colaborar y que tengan encaje para la cuidad. Y en empleo, este año al igual que el anterior, tenemos nuestra propia convocatoria para los planes de empleo y pretendemos ir a núcleos de población más vulnerables, como jóvenes titulados y los mayores de 45 años, que son los que más dificultades tienen para la inserción laboral. Además, con el acuerdo con Ciudadanos, tenemos la posibilidad de buscar vías de colaboración con empresas estratégicas de la ciudad.
- Los vecinos demandan más inversiones en los barrios.
-Todos los años intentamos cubrir las necesidades en todos los barrios, pero se establecen prioridades. Este año pediremos un crédito de 3,4 millones y no nos da para todo, pero también es importante que conseguimos liberar 750.000 euros de la addenda de la Escuela de Arte e incluir nuevos proyectos. Haremos actuaciones en Miranda, en Llaranes, las propuestas de los consejos de Participación Ciudadana, la reurbanización del parque del muelle (tiene carácter plurianual), inversiones de juegos en parques infantiles o la reurbanización de la calle del Carmen...
- Al final son 13 millones de para inversiones.
-Es la cifra más alta de los últimos 10 años. Tener menos costes financieros permitió poder liberar ciertas partidas presupuestarias para abordar inversiones.
- Ese presupuesto inversor, ¿se verá traducido en obras este año? Porque aún están licitando las del año pasado...
-Eso intentaremos. Los plazos no dependen solo de nosotros sino de las directrices de otras administraciones. El ejemplo es el de las inversiones sostenibles. Los presupuestos generales del Estado no se aprobaron hasta junio de 2017 y los ayuntamientos no tuvimos hasta octubre la cifra de lo que podíamos invertir ni los plazos. Con las obras con cargo al préstamo de 2017 estamos ahora y, en cuanto estén finalizadas, nos pondremos con las de 2018.
- Algunos pensarán que quieren hacerlas coincidir con las elecciones de 2019.
-Surgió así.
- Gijón ha superado el techo de gasto y tiene que recurrir a un plan económico financiero, ¿eso le puede pasar a Avilés?
-Avilés tiene una planificación de la ejecución en la que cada mes vamos examinando y adaptando la ejecución de todos los servicios. Ahora mismo no corremos peligro. Tenemos un exhaustivo control de la ejecución.
- ¿Qué supondría que Montoro relajara la Ley de racionalización?
-Que los ayuntamientos tengan más libertad para destinar sus recursos a lo que quieran. Nosotros tenemos capacidad para gastas más, pero el techo gasto lo impide, no nos deja. Cuando tenemos ese sobrante, la ley dice que hay que destinarlo bien a amortizaciones bien a inversión sostenible.
