El joven guineano al que una joven avilesina denunció a principios de 2017 por una violación en un piso de acogida del Quirinal se enfrenta a un juicio por un presunto delito de agresión sexual por el que la Fiscalía solicita una pena de nueve años de prisión. La víctima eleva la petición de condena a doce años de cárcel mientras que la defensa sostiene que hubo sexo consentido y pedirá la libre absolución en el juicio, que está pendiente de fecha.
Los hechos denunciados se remontan a la madrugada del 21 de febrero de 2017. El ahora acusado iba caminando por el centro de Avilés con un amigo cuando se encontraron con una joven avilesina a la altura del parque de Ferrera. La invitaron a su casa (un piso de acogida gestionado por una organización no gubernamental) y ella accedió, si bien una vez en el interior dijo que quería irse. Siempre según el relato del ministerio público, M B. le impidió abandonar el piso. "La agarró y con la intención de satisfacer sus deseos libidinosos la llevó al interior del baño, a pesar de que ella intentó evitarlo", recoge el escrito de calificación provisional de los hechos.
Las acusaciones sostienen que, una vez dentro del cuarto de baño, el acusado cerró la puerta con pestillo para evitar que la joven saliese y la empezó a tocar pese a que ella opuso resistencia. Acto seguido, prosiguen, la cogió por el cuello y el pelo violentamente, la inmovilizó en contra de su voluntad y consumó la violación.
La presunta víctima, golpeó la puerta del baño "como pudo, intentando salir", unos ruidos que llevaron a otro de los residentes en el piso a preguntar qué estaba ocurriendo y a intentar que el ahora acusado abriese la puerta del baño. Fue en ese momento, siempre según el mismo relato, cuando M. B. abrió finalmente la puerta y la joven pudo huir de la vivienda.
La defensa, que ejerce la letrada María García Vázquez, niega que se produjese una violación y mantiene que hubo relaciones sexuales entre su cliente y la denunciante, de 18 años, pero consentidas. Por eso, solicitará la libre absolución.
La titular del Juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de Avilés, en funciones de guardia cuando se denunciaron estos hechos, ordenó el 25 de enero de 2017 el ingreso en la cárcel de M. B., de 22 años y natural de Guinea Conakri, tras tomarle declaración en el juzgado. Según trascendió en su momento, ofreció versiones contradictorias.
El joven había llegado a Avilés 18 días antes procedente de Bélgica, amparado por una organización no gubernamental y como demandante de protección internacional. La Policía Nacional detuvo a M. B. en la misma vivienda donde se produjo la supuesta violación. La denunciante presentó la denuncia tras compartir lo sucedido en las redes sociales. El ahora acusado y pendiente de juicio no cuenta con antecedentes penales.
La Fiscalía pide para M. B., además de la pena de cárcel, el pago de una multa de 900 euros por un delito leve de lesiones así como la prohibición de acercarse ni comunicarse con la joven durante una década.
