La voz de Myriam Swanson suena a frontera sureña a pleno sol, a desierto y arena. Pero Swanson es de Barcelona: es la voz cantante de "Flamingo Tours", la banda que recala mañana viernes (22.30 horas) en el club del Niemeyer, un concierto que llega a Avilés por medio del programa Girando Por Salas (GPS) del Ministerio de Cultura.
- ¿Qué le parece este GPS que les trae a Avilés?
-Es uno de los pocos programas oficiales destinados a las bandas de músicas populares. Dada la precariedad con que nos movemos en este sector, el GPS es fundamental. Lo que sucede es que acuden bandas recién llegadas y otras que llevamos algún tiempo. Todo es muy caro: las furgonetas, los hoteles, la gasolina, alquilar los equipos... En este sentido, estamos contentos. Hemos hecho ya Albacete, Valencia, Huesca, Madrid... En Barcelona, que es de donde venimos, somos conocidos. Hace algún tiempo que tocamos en Gijón, nunca lo hicimos en Avilés. Tenemos quince conciertos por delante. Esta gira, desde luego, ha sido lo mejor que ha vivido hasta ahora "Flamingo Tours".
- Les califican como un grupo a medio camino del blues y el rockabilly. ¿Está de acuerdo?
-Somos una banda de rock and roll porque eso es lo que nos sale de forma natural, pero también hacemos blues, rockabilly, garaje, soul, rock...Y todo eso suena porque de ahí vienen nuestras influencias.
- ¿Y qué me dice de "Magnolia"?
-En el principio de los tiempos, cuando tenía 15 o 16 años hacía jazz. Eso es lo que más me ha gustado de todo. "Magnolia" es un proyecto en paralelo a "Flamingo Tours".
- O sea, el jazz es su base.
-"Magnolia" es un proyecto lateral a "Flamingo Tours". Aquí están mis canciones, mis letras. La música la hemos hecho muy entre todos.
- ¿Y lo de Swanson?
-Es un apellido que viene de muy pequeña: como el amigo imaginario. Nunca pensé que terminaría siendo un nombre artístico, pero funciona como puerta a nueva expresión. Cuando canto necesito proyectarme y a eso no me ayuda el DNI. Este nombre, al final, se ha convertido en el traje de los domingos, ese de ir a la iglesia. La música es un regalo y este nombre, su envoltorio.
- ¿Qué busca cuando sube al escenario?
-Seguir aprendiendo. Lo llevo haciendo desde hace diez o quince años, pero lo que verdaderamente anhelo es conectar con la gente. Lo que quiero es hacer el día más agradable a quien viene a verme tocar: te voy a contar una historia, ven aquí conmigo al fuego. La música tiene esa ventaja: te hace conocer gente con la que compartir ira, alegría... Y es que nosotros, los músicos, también somos gente y sentimos de la misma manera ira, alegría... Una gira es más que subir a un escenario.
- Cuénteme.
-Es mucha carretera, descansar. Cuando haces música tienes que hacerla bien. Eso es lo que te exige el público. A él nos debemos.
