El frío no ha podido retrasar el Antroxu en Avilés por mucho que lo intentara en la tarde de ayer. Como manda la tradición, el barrio de Llaranes es el primero en meterse de lleno en el Carnaval, que entregó ayer sus medallas, "las únicas medallas que se pueden comer" como explicó el Sardino Mayor, Ángel Bartolomé en la plaza Mayor.

Bien es cierto que, aunque no hubo demora en el inicio, el tiempo hizo que fueran algunos menos los valientes que arroparon a los "sardinos" en el acto que abre el Antroxu en la ciudad, pero los que estaban lo tenían claro: "Estamos de Antroxu, hay que disfrutarlo, que solo es una vez al año". Esa frase la decía Mamel Serrano, vecino del barrio, que junto a su familia y la de Quique de la Rosa, ataviados todos con un traje tradicional africano, participaron en el desfile previo al acto de entrega de las medallas. "Nunca nos lo perdemos, es una tradición", añadió De la Rosa. Tampoco faltaron al desfile los futuros Reyes del Goxu y la Faba, "La Liga de la Justicia", ni la Cofradía del Santo Entierro de la Sardina, que tampoco se suelen perder la cita en Llaranes.

De hecho, tanto los Príncipes del Goxu como Ángel González Blanco, miembro del Santo Entierro, tuvieron que subir al escenario para recoger la medalla "Sardina Arenque Natural", que como su nombre indica es una sardina arenque. "No os la comáis, os tiene que durar todo el Carnaval", les repetían los cofrades que se las entregaron. La tercera medalla fue para Luis Ondina, que cada año se encarga de los animales que participan en el desfile. Y es que la idea de los premios es reconocer a aquellos que trabajan para que el Antroxu avilesino sea un éxito hasta en los pequeños detalles.

Las charangas "El Felechu" y "Menudos Notas" pusieron ritmo a la tarde, antes de los fuegos artificiales que cerraron el acto. La fiesta siguió con una garbanzada y verbena hasta bien entrada la noche.