La situación del mercado laboral avilesino experimentó durante el año pasado un vuelco espectacular en lo que se refiere a incidencia de los expedientes de regulación de empleo (ERE), el procedimiento que ideó el Gobierno del PP para que las empresas en mala situación económica pudieran, previa autorización administrativa, suspender de empleo o despedir trabajadores. Y es que frente a los 1.764 trabajadores de empresas avilesinas afectados por ERE en 2016, durante 2017 sólo fueron víctimas de la tijera laboral 51 personas, lo que supone un 97 por ciento menos. En el mismo periodo, el número de expedientes abiertos por ERE cayó de quince a cinco.
No hay parangón entre los datos de Avilés y los del resto de concejos asturianos, donde los descensos del número de afectados por ERE fueron sustancialmente menores: un 55 por ciento menos en Siero (29 afectados), un 53 por ciento menos en Mieres (55 afectados), un 41 por ciento menos en Oviedo (143 afectados) y un 6,4 por ciento menos en Gijón (378 afectados) en Langreo la cifra incluso creció, exactamente un 83 por ciento (44 afectados).
De este modo, la dinámica de incidencia de los ERE en el mercado de trabajo avilesino vuelve a niveles previos al estallido de la crisis tras una década marcada por una sangría laboral sin precedentes: 2.548 trabajadores regulados en 2012, 2.165 en 2013, 1.906 en 2014, 1.748 en 2015 y los ya citados 1.764 en 2016. En estos últimos años, la industria fue el sector que con más intensidad y notoriedad utilizó el procedimiento de los ERE para ajustar plantillas en la comarca avilesina; de hecho Arcelor, el puntal del sector del metal en Asturias, aún mantiene latente un ERE que activó en el pasado a conveniencia.
La lectura que hacen en medios sindicales del desplome del número de afectados por ERE en el municipio de Avilés es cautelosa: "Esa evolución tiene que ver con la recuperación económica, en efecto, pero no significa que hayamos salido de la crisis", apunta el secretario comarcal de CC OO, José Manuel Rodríguez Baltar. "El dato sería digno de ser celebrado si no fuese que lleva asociada la pérdida de derechos sociales que estaban consolidados", lamenta el líder comarcal de USO, Israel Castro, quien confía en que este sea el año en que la clase trabajadora "adquiera conciencia de la perversidad de la situación, se sacuda el miedo a la crisis que aún impregna nuestra piel y dé la respuesta adecuada a tanto abuso".
Rodríguez Baltar subraya que las empresas "vuelven a tener beneficios" pero que los mismos "no redundan en provecho de los trabajadores". Del mismo modo, admite que hay más trabajo "pero precario". Y si el indicador a mirar es la evolución descendente del paro, el secretario comarcal de CC OO remarca el hecho de que "mucha gente emigró en busca de las oportunidades que no tiene aquí". En conclusión: "Hay más trabajo, pero mal repartido y peor pagado".
El presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Menéndez, celebra la buena noticia que supone constatar el desplome del número de afectados por ERE, asegura que las empresas "van un poco mejor" y espera que 2017 confirme la tendencia positiva.
