Lo único que destrozó ayer la lluvia en la colonia africana carnavalera de Avilés fueron las serpentinas y el confeti acumulado en el suelo al paso de los artilugios del desfile de Antroxu, con la mayoría de los comercios cerrados en señal de apoyo a la fiesta. A pesar de lo que a las 18.30 horas, cuando empezó la procesión antroxera, era orbayu, y lo que después fue lluvia cuando la primera carroza remontó la calle La Cámara en dirección al Parche, la Villa del Adelantado no quiso privarse de una de las citas más esperada del Antroxu, ni siquiera después de 36 años viviéndola.

Por las calles más emblemáticas de un Avilés convertido en África por la magia del Antroxu pasaron los indígenas cargando los mismos artilugios que ya usaron el pasado sábado para descender el "río" Galiana. Los que se ocultaban debajo de los paraguas eran el resto de habitantes de la tribu, formada por varios Harry Potter, unos cuantos Lord Vader, incontables pitufos, otros tantos Super Mario y algún que otro Rey León. Entre silbatos y esquivando paraguas, los peques se dedicaban a ver con gesto ilusionado cómo desfilaban los mayores.

Agustín Hernández, Paco Carmona y Jonathan Martínez hacían de "drag queens" en una de las tantas peñas que no engañaban a nadie con su nombre: "Afridrag" se llaman. Los tres, a pecho descubierto, bailaban dándolo todo, como diciendo al resto de la gente que no tenían derecho a tener frío. Por si acaso lo tuvieran, estaba al quite María Bravo, la portavoz del grupo, quien despejó toda duda: "No te preocupes si se enfrían, que se calientan pronto".

Definitivamente, el tema de la temperatura corporal preocupaba poco a los que eran observados desde la acera. Rosi Camero, de la peña "Abuelo Anselmo", era un ejemplo lapidario. Mientras sus compañeros cargaban con el artilugio, un globo terráqueo enganchado al cuerno de un elefante, en referencia a la novela de Julio Verne "Cinco semanas en globo", ella bailaba desaforada dentro de un escotadísimo disfraz de gata. "Mejor que llueva, que así voy más fresca", dijo. Sus amigos tan literarios y ella, tan literal. "El Antroxu ye lo mejor. No te lo puedes perder aunque llueva. Hay que vivirlo", chilló tirando más confeti.

El desfile también sirvió para premiar a los disfraces más originales en tres categorías: por grupos, en pareja e individual. En la primera, fue el grupo "Marionetas" el agraciado con los 1.000 euros de premio. En la segunda, la pareja "Cascanueces" quedó por delante del resto de opciones. Y por último, el mejor disfraz individual fue para "Catadora", quien se llevó 150 euros por su originalidad. Todos ellos desfilaron alegremente bajo la lluvia, al son de las charangas que llenaban los pocos silencios de los artilugios. Avilés, la tribu africana más animosa, se mojó por y con su Antroxu.