Los cincuenta jóvenes que marcharon este pasado verano a la ciudad de Bari para recoger una reliquia de San Nicolás, quien fuera patrón de Avilés, recibieron ayer el reconocimiento de la parroquia avilesina, minutos antes del inicio de la misa del Miércoles de Ceniza, el comienzo de la Cuaresma. El homenaje también contó con los monitores que acompañaron a los cincuenta jóvenes que viajaron a Italia y, además, también participaron los padres de los peregrinos avilesinos.

Los restos del santo oriental formarán parte del tesoro del principal templo avilesino. Pero no estarán solos. Les acompañarán restos de San Francisco de Asís, el fundador de la orden de los franciscanos, y también de San Antonio de Padua, otro franciscano singular, uno de los hombres más rápidamente santificados en la historia de la iglesia católica.

Las tres reliquias se situarán en la base del altar de la Virgen de Covadonga. Las de San Francisco y San Antonio de Padua sólo se veneraban en las fiestas de los respectivos santos. El actual párroco de San Nicolás de Bari, Alfonso López Menéndez, ha decidido cambiar este criterio. "De este modo se mostrarán a devotos, peregrinos y turistas una faceta más de las formas de religiosidad de Avilés", recalcó el sacerdote.