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JULIA GARCÍA PRADO | Bioquímica avilesina, nueva directora científica del Instituto de Investigación de la Salud Germans Trias i Pujol

"Los recursos para investigación son muy pequeños y la lucha muy grande"

"Asturias debe retener a la gente, tiene grandes investigadoras; dar oportunidades es cuestión de prioridades"

Julia García Prado, en un laboratorio.

La bioquímica Julia García Prado (Avilés, 1977), investigadora del Instituto de Investigación del Sida Irsi Caixa, ha sido nombrada directora científica del Instituto de investigación de la salud Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona). Licenciada en Bioquímica por la Universidad de Oviedo y doctora en Inmunología por la Autónoma de Barcelona, tras finalizar el doctorado se trasladó a la Universidad de Oxford para continuar su trabajo como investigadora postdoctoral. Desde 2010 es investigadora Miguel Servet y desde 2013 lidera un grupo que tiene como objetivo final el diseño de nuevas estrategias inmunoterapéuticas contra el virus. Es madre de un niño de tres años.

- ¿Qué supone este nuevo paso en su carrera?

-Un gran reto, es un trabajo que nunca he hecho a pesar de que llevo muchos años trabajando en la investigación. Es un puesto que no existía, no había dirección científica como tal, la gestión de la ciencia no se podía abarcar al completo. Ahora toca hacerlo, trabajar con todos los investigadores, ver cómo están los diferentes proyectos, realizar tareas de formación y hacer un plan de gestión científica.

- El anuncio de su nombramiento tuvo lugar en el Día de la Mujer y la Ciencia. No ha sido una coincidencia, ¿hay pocas científicas?

-Las mujeres estamos presentes en todas las áreas. El problema es que a medida que subes en la escala de gestión o de responsabilidad el número disminuye. Estamos infrarrepresentadas en cargos de dirección. Eso limita tener una perspectiva diferencial de género que ayude a integrar el trabajo de hombres y mujeres en las diferentes áreas en las que trabajamos.

- ¿Quién le iba a decir que aquel doctorado del virus del sida que hizo por azar iba a marcar su carrera?

-Sí, y más aún porque nunca pensé dedicarme a la investigación. Lo que siempre he tenido es mucha inquietud por intentar responder preguntas, por saber cómo funcionan las cosas, por qué existen los virus...

- ¿Qué avances han conseguido en los últimos años en su equipo?

-Mi equipo existe como tal desde el año 2013, tiene un recorrido cortito. Una de las preguntas que hemos intentado contestar durante estos años. y que hemos plasmado en aportaciones científicas en forma de artículos, es intentar averiguar qué cualidades de las respuestas inmunes hacen que la gente sea capaz de controlar el virus y qué asociación existe entre la inmunología de la gente que se infecta y cómo va a evolucionar la enfermedad. Investigamos cómo funciona el sistema inmunitario frente al virus.

- ¿Y qué aporta?

-Estamos intentando ver qué mecanismos inmunológicos contribuyen a controlar el virus y qué impacto tiene ese conocimiento a la hora de diseñar nuevas vacunas, en identificar células que sean claves para acabar con el virus, nuevos receptores. El objetivo es poder diseñar nuevas vacunas o nuevas inmunoterapias en general que permitan que la gente se pueda curar de la enfermedad.

- ¿Cómo es posible que pese a ser uno de los virus más estudiados aún no haya vacuna?

-El virus del sida es muy variable, es muy diverso. Por ejemplo, en el caso de la gripe hay que hacer una vacuna cada año, porque el virus va cambiando. Si intentamos hacer esta misma asociación de ideas para el VIH, lo que encontraríamos es que para cada persona necesitaríamos miles de vacunas diferentes. Esta diversidad tan alta del virus. y que varía tan rápido en el tiempo, hace que sea muy difícil encontrar una vacuna que tenga la capacidad de identificar toda esa diversidad y controlar el virus.

- La pregunta del millón. Esa vacuna llegará...

-Ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Ni ya, ni de aquí a cien años. Se van haciendo avances, se diseñan nuevas vacunas que van a fases clínicas, se van probando, pero todavía no está. La complejidad que hay detrás de la enfermedad es tan elevada que tener una vacuna que pueda ser preventiva para que la gente no se infecte es muy complejo. En los últimos años se han hecho muchos avances en el diseño de nuevos anticuerpos. Se están diseñando muchas proteínas del VIH diferentes, se está avanzando mucho en el diseño de nuevos anticuerpos que sean capaces de encontrar y eliminar el virus. Pero la complejidad biológica nos sobrepasa. Cada pequeño granito de aportación que se hace en el mundo contribuye a los avances que tenemos hoy en día, nuevos fármacos, mejores tratamientos?

- ¿Y podrían ser más si hubiese apoyo a la investigación?

-Cuando empecé mi doctorado, en el año 2000, había una pequeña apuesta por la investigación y aumentaron un poco los presupuestos. Desde 2008 se ha ido recortando y recortando. Tenemos un recorte acumulado del 30%. La investigación se está convirtiendo en un sufrimiento para muchos investigadores. Los recursos son tan pequeños y la lucha tan grande que se tiene que apostar realmente desde el ámbito político para hacer inversión en investigación, desarrollo e innovación.

- ¿Los políticos piden I+D+i pero no la apoyan?

-Sí, tal cual. La figura del científico y de la ciencia está muy bien valorada socialmente. Lo que tendríamos que preguntar a la gente es a qué destinaría el dinero si lo tuviera. La ciencia no ha llegado ahí todavía. Los políticos tienen que ser conscientes de que la gente que hay en Asturias necesita oportunidades. Si las tiene las aprovechará al máximo, seguro.

- ¿Cómo está viviendo el proceso independentista?

-Lo que echo de menos es comunicación, básicamente. Que haya diversidad de opiniones aquí lo vivimos con total normalidad.

- ¿Afecta la inestabilidad política en Cataluña a su día a día?

-Estamos en una situación que obviamente no es la ideal. No hay un gobierno en Cataluña pese que ha habido unas elecciones y hay muchas cosas que están paradas. Ahora mismo las decisiones ejecutivas dependen básicamente del gobierno central. Hay cosas que se están retrasando y no es el escenario idóneo para poder llevar adelante institutos de investigación sanitaria, en este caso, pero en general lo vamos sorteando.

- ¿Volvería a casa?

-Mi madre todavía me pregunta (ríe). Volvería si pudiera tener las cosas que he conseguido aquí, poder desarrollar mi carrera. Tienen que retener a la gente, Asturias tiene la capacidad para hacerlo. Tiene grandes investigadoras, la nueva presidenta del CSIC es de Cudillero. Dar oportunidades es cuestión de prioridades.

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