Las aguas vuelven a bajar revueltas en la empresa Konecta, especializada en la externalización de servicios de telecomunicaciones y marketing. Los sindicatos denuncian el despido de 23 trabajadores desde que comenzó el año en el departamento de Konecta Comercialización, en el que trabajan unas 175 personas entre operadores y personal de estructura. El aviso llegó a los 18 empleados afectados por la última tanda el pasado 14 de febrero y será efectivo a finales del mes. La empresa alega una disminución en la carga de trabajo. Hace quince días, echó a otras cinco personas por motivos disciplinarios.

"Estamos valorando la documentación presentada por la empresa y consideramos que no se cumplen los artículos marcados en el convenio para justificar un despido. Estamos a la espera de que nos contesten nuestro requerimiento -lo remitieron el pasado jueves-, porque van a tener que acreditar esa disminución de la obra fehacientemente", aseveró ayer Carmen García, presidenta del comité de empresa.

García aseguró que los trabajadores no se esperaban esa decisión del grupo Konecta y más después de que los propios sindicatos preguntaran en las últimas reuniones sobre la posibilidad de despidos, sin obtener una respuesta. "No esperábamos que en tan poco tiempo hubiera 23 despidos en una plataforma pequeña. Los sindicatos nos enteramos el mismo día que el resto de trabajadores", lamentó la presidenta del comité.

Konecta abrió en Avilés en el año 2006 con una plantilla de 40 trabajadores. En poco tiempo, consiguió triplicar el personal gracias a contratos con otras compañías. Su llegada fue presentada en medios políticos como un revulsivo económico, pero no tardaron en trascender los despidos. Así, por ejemplo, la compañía despidió en 2010 a 43 personas y a otra treintena de personas en 2015. En Avilés, cuenta con dos delegaciones: Konecta BTO, con unas 35 personas, y Konecta Comercialización, donde está el grueso de personal.