El Ayuntamiento de Corvera hizo ayer la entrega oficial de los chalecos antibalas a los policías locales, que podrán empezar a patrullar con ellos desde ahora. La recepción llega un año después de que el gobierno local anunciara esta mejora en la seguridad de los agentes municipales, que han recibido una prenda de seguridad por persona y hecha a medida, lo que ha retrasado, en parte, que estuvieran listos antes.

De hecho, los chalecos llevan ya semanas en el concejo, pero, según indicó el gobierno local, faltaban todavía las fundas identificativas que permiten llevarlos por encima de la ropa, para que se les reconozca como policías en caso de una intervención. Esta explicación llegó después de que Somos pidiera conocer por qué "estaban escondidos en un armario" y de señalar que podrían utilizarse por debajo de ropa, para que los agentes pudieran disfrutar ya de esa seguridad extra.

La controversia con los chalecos no terminó ahí. El propio alcalde, Iván Fernández, explicó en el último Pleno que se había tenido que firmar una orden para obligar a los agentes a llevarlos en todo momento mientras estuvieran de servicio, "ya que algunos habían pedido un protocolo para usarlo solo en casos concretos, cuando nunca se sabe cuando les pueden ser útiles".

El gobierno local ha invertido en torno a los 15.000 euros para que cada agente disponga de su propio chaleco antibalas, a los que se suman otros 11.000 en nuevos uniformes, que incluyen desde pantalones, polo y jersey hasta guantes, gorra o pantalones de agua.