Con un nefrólogo más, el Hospital San Agustín podría asumir la gestión de los pacientes de trasplantes de riñón del área avilesina e implantar la denominada técnica peritoneal, dos servicios actualmente centralizados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). "Mi equipo podría también acudir al Hospital de Jarrio a diario, ampliar las guardias en Avilés y mejorar la cartera de servicios. Es la gran ambición que tengo desde que asumí el área", explica el jefe de la sección de Nefrología del San Agustín, José María Baltar.
Su equipo, formado por otros cuatro nefrólogos, se encarga actualmente del área local y de la de Jarrio. Gracias al "buen funcionamiento" de ambas, Baltar tilda sus planes de futuro de "ambiciosos" pero "factibles". Las principal novedad, además de implantar la diálisis peritoneal en Avilés que, una vez asentada, podría extenderse también a Jarrio, es gestionar los trasplantes de riñón de todo el área avilesina. "Ahora mismo tenemos que mandar a nuestros pacientes a Oviedo por una mera escasez estructural. Yo aspiro a poder encargarme de todos los enfermos renales de esta zona y contar con el HUCA como un hospital de referencia y para operaciones muy concretas, pero no para que me hagan el trabajo", resume el nefrólogo.
La incorporación de un sexto miembro al equipo permitiría, según Baltar, ampliar el horario de atención en Jarrio -actualmente visitan el hospital tres veces por semana y esperan poder ir todos los días-, y ampliar el horario de guardias en Avilés. "A la larga, lo ideal sería poder incluso hacer traslados desde Jarrio hasta Avilés, sin pasar por el HUCA. Los enfermos se ahorrarían una hora de viaje", asegura. "La gerencia está de acuerdo pero sé que una contratación, aunque no lo parezca, exige mucho sacrificio", reconoce.
