Uno de los contenedores verdes de la calle Auseva amaneció ayer con 96 kilos de basura. Pese a que la comarca es una de las más concienciadas con el reciclaje en la región -la tasa de separación de residuos el año pasado fue del 18,3 por ciento, dos puntos por encima de la media-, la compañía teatral Higiénico Papel interceptó el recipiente antes de que llegase al vertedero y lo vació en directo en medio del Parche; destripó públicamente su contenido y el resultado fue que, en realidad, 85 kilos de residuos eran reciclables. "En España solemos desperdiciar hasta un 90 por ciento de material aprovechable. Ahora que Avilés está instalando contenedores marrones de materia orgánica, esperamos que la gente los use de forma responsable", explicó Patricia Redondo, organizadora de la actividad.

El taller "Odisea en la basura", que además de los actores de la compañía citada contó con operarios de la empresa Brillastur y la cooperación de Mendroyada -que colabora con el Ayuntamiento para difundir la instalación de los puntos marrones- reveló lo que guarda dentro un contenedor verde oscuro, los comúnmente utilizados para tirar los restos que no se quiere o no se sabe reciclar. El grupo abrió todas las bolsas y separó, a veces consultando a los viandantes, pieza por pieza el contenido. Resultó que los vecinos de la calle Auseva habían desechado en el contenedor tomado como ejemplo 18 kilos de material reciclable en puntos limpios, 7 de papel y cartón, 5 de vidrio, 15 de envases y 40 de materia orgánica. "Este contenedor no se sale de lo común; gran parte de lo que llega al vertedero puede reutilizarse si se deposita en los contenedores correspondiente", explicó Redondo.

El contenedor menos común hasta ahora es el marrón, el destinado a residuos orgánicos -lo restos de alimentos, tapones de corcho, serrín, cerillas y cáscaras de huevos, frutos secos y marisco-, que se instalará antes del 5 de marzo en Versalles y Puerta de la Villa. Se sumarán, así, a los ya disponibles en los barrios de El Pozón, La Luz y Villalegre. "Junto con los residuos de puntos limpios como bombillas o electrodomésticos, que nunca se deben tirar, lo orgánico es lo que menos se recicla, en muchos casos, por falta de contenedores. Esperamos que a partir de marzo eso deje de ser un problema", sentenció la organizadora.