La treintena de trabajadores de Montrasa-Maessa asignados a tareas de mantenimiento en Alcoa y que fueron despedidos en abril de 2016 iniciando entonces una cruzada en defensa de sus derechos laborales estaban citados esta mañana para, 23 meses después de quedarse sin empleo, volver al taller. Y así hicieron: se personaron a las 7.30 horas de la mañana en las dependencias de Montrasa-Maessa en la calle de la Siderurgia del polígono de la ría con la esperanza de vestir la funda y volver a la normalidad laboral.

Pero todo fue un espejismo porque, en realidad, en vez de pasar al vestuario, los "34 de Montrasa" fueron conducidos a la oficina de gestión de personal, donde lo que les dieron no fueron instrucciones de trabajo sino una carta donde se les comunican, fundamentalmente, dos cosas: que la empresa prorroga el permiso retribuido que comenzaron a disfrutar en febrero (en el momento de reincorporarse a la plantilla por orden judicial) y que se han iniciado los trámites para presentar un expediente de suspensión o extinción de contratos por causas objetivas, según lo que estipula el artículo 64 de la Ley Concursal.

La reacción de los trabajadores ha sido de incredulidad y estupefacción por este nuevo jarro de agua fría. "Esperábamos volver al trabajo, cerrar este desgraciado capítulo de nuestras vidas y lo que nos hemos encontrado es un escenario en el que, al parecer, sobramos o intentan hacer que sobremos", lamentó el portavoz del colectivo, Ricardo Martínez.

El hecho de seguir en casa de brazos cruzados, pero cobrando, no consuela a los "34 de Montrasa", cuyo deseo es trabajar, la asignación de una tarea y su cumplimiento. "Después de casi dos años de lucha estamos cansados de papeleos y juzgados; lo que queremos es trabajar", asegura Martínez.

En lo tocante a la cuestión económica, estos trabajadores han cobrado del INEM desde el mes de septiembre al de enero y ahora miran con preocupación la llegada del día 10, que es cuando su empresa suele pagar las nóminas. Les debieran abonar su sueldo (han estado de permiso retribuido y así van a seguir), pero no las tienen todas consigo. Tampoco han visto ni un céntimo de los 6.000 euros que les corresponden por cabeza en virtud de la sentencia firme que condenó a su empresa a ese pago por haber vulnerado sus derechos fundamentales como trabajadores. A este respecto, Montrasa-Maessa ya les ha hecho ver que se encuentra en un proceso concursal y que esa indemnización tiene carácter de crédito, estando su pago sujeto a las normas previstas en la Ley Concursal.

Sobre la comunicación que les ha hecho la empresa de hacerles objeto de medidas colectivas de suspensión o extinción de contratos, los "34 de Montrasa" anuncian batalla: "Confiamos en que los sindicatos no consentirán semejante atropello e, independientemente, acudiremos al fiscal para pedirle que abra una investigación sobre la posible comisión de un delito de desobediencia de una sentencia firme referida a la vulneración de nuestros derechos fundamentales como trabajadores".

El colectivo tiene previsto concentrarse mañana de 13.30 a 15.30 horas delante de la factoría de Alcoa, donde tenían su puesto de trabajo hasta abril de 2016, para reivindicar una salida a su situación.