Teatro de cine y de estreno

Remón comentó que su obra "es una sátira, una mirada festiva y celebratoria de la industria del cine, que es mi familia". Y añadió: "La sátira va a cierto cine industrial, que es un circo absoluto", a ojos de Martín (Francesco Carril), que es el guionista que acaba de preparar el "tratamiento" del título de la comedia, o sea, el bosquejo de una futura película "que quizá se haga o quizá no: he visto trabajar siete años en una película que nunca se filmó", destacó el autor de la comedia de mañana. El resto de los actores representan los personajes que rodean a Martín. Bárbara Lennie explicó, por su parte, que a ella le toca ser un primer amor de Martín y también una ejecutiva, "una de esas productoras que son las que deciden si la película se hace o no", apuntó. "Son dos mujeres muy distintas", destacó la actriz.

Lennie y Carril son los actores nuevos en la cuadra de Remón, que es un hombre fiel a sus comienzos y a su formación escénica. En Avilés ya ha traído "La abducción de Luis Guzmán" (2014) y "Barbados, etcétera" (2017), ambas, en la sala pequeña del Centro Niemeyer. "La primera función de 'La abducción' la hicimos en el salón de casa de Pablo Remón", confesó Francisco Reyes. Él, Emilio Tomé y Ana Alonso son los tres que más conocen al director que también escribió películas como "Cinco metros cuadrados" o "Casual day". "Me gusta siempre escribir sabiendo qué actor va a interpretar el papel", especificó Remón. "Es el mejor modo de que el texto se empape de su intelegencia", añadió. "Conmigo acertó: Martín es un persona con una energía acorde con la mía, con mis obsesiones", comentó Carril.

El asunto del cine desborda el mismo montaje. Lo contó Remón: "La obra es muy teatral: prefiero acudir a la inteligencia de los espectadores. Pese a ello hay 'flash backs'... tiene mucho de montaje cinematográfico", recalcó el responsable de la función que confesó el modo en que se levantó la producción. Con una idea se presentó en El Pavón Kamikaze y también ante los actores que quería ver sobre la escena: "Es la primera vez que digo que sí a un proyecto sin leerlo", dijo Lennie. Aceptó porque había otros incentivos: "Conocer a un autor que me interesaba mucho", apuntó. Así que con una idea y un borrador comenzaron los ensayos de la obra que se presenta mañana en el Palacio Valdés. "Así empezamos a trabajar, a improvisar, con la idea de que a lo mejor el trabajo no llegaba a ningún sitio...", explicó el director de escena. Pero han alcanzado la meta: el estreno avilesino es mañana y el sábado la compañía se traslada a Vitoria. No será, sin embargo, hasta el miércoles próximo cuando la comedia se estrene en El Pavón Kamikaze, que un centro de producción privada donde los tratamientos pueden convertirse en teatro de verdad. De eso están seguro Remón y los suyos.