África Zanella es consultora senior del Instituto de las Naciones Unidas para Formación e Investigación y fundadora y presidenta del Centro para la Sostenibilidad y la Economía de Género, con sede en Málaga. Protagonizó ayer en la Escuela de Emprendedoras el FFS_Lab, un espacio de reflexión sobre nuevas economías e innovación social. Especializada en economía de género, Zanella sostiene que "la economía está mudando hacia la sostenibilidad, lo social y el medio ambiente" y habla de paridad más que de igualdad.
- ¿Cuál es la principal barrera de la mujer?
-No hay una principal barrera. Hemos progresado, España ha evolucionado muchísimo en términos económicos en los últimos treinta años. El término económico es muy importante y el empoderamiento de la mujer en ese contexto es fundamental. Las barreras están cayendo en términos de leyes, que están influyendo en el papel de la mujer en la sociedad y específicamente en el sistema laboral. No puede ser que la mitad de la población no tenga igualdad de condiciones.
- No habla de igualdad, sino de paridad.
-Nosotros hablamos de paridad, no de igualdad, porque la mujer no es igual al hombre. Las leyes, como decía, son muy importantes. Una sociedad civil se tiene que regir por leyes, por democracia, por respeto. La persona dentro de la sociedad tiene que tener igualdad de condiciones. Se ha hablado mucho de que la mujer tiene que entrar en campos más técnicos. No se puede estar forzando a nadie. Están cayendo las barreras. Se están mirando formas de cómo valorar la función doméstica, la mujer en casa es un coste de oportunidad, está criando hijos y eso tiene un valor tanto económico como social. Ninguna persona puede ser discriminada, sea mujer, hombre, transgénero, minusválida...
- Habla de leyes, ¿desde el punto de vista legislativo se ha hecho lo correcto o aún queda por hacer?
-En España hay muchos criterios que se han ido incorporando desde la entrada en la Unión Europea, que ha traído los cambios sociales necesarios. Si hoy quieres hacer una propuesta para acceder a financiación de la Unión Europea tienes que tener un plan de género. En la Junta de Andalucía todas las compañías que quieran entrar en una licitación pública tienen que tener un plan de género. Cualquier actividad económica tiene que tener en cuenta la perspectiva masculina y femenina. La mujer trabaja pero también reproduce, en su vida tiene etapas muy diferentes a la de los hombres.
- ¿A qué se refiere?
-Hasta los veinte años la educación es la misma, pero a los treinta entra en la edad de reproducción y la mujer entra en gestación. Luego llega el bebé. Lo ideal es que sea compartido, pero la mujer bien deja el cuidado del pequeño en otras manos para continuar con su profesión, bien sale del trabajo para dedicarse a la familia o bien se decide por un tiempo medio. Hay compañías que ya están adoptando medidas y programas en esta etapa, por ejemplo que durante la baja maternal la mujer puede acudir un día por semana a la compañía para mantenerse en su nivel profesional.
- ¿Hablamos de la escasez de mujeres en puestos directivos?
-Eso no solo ocurre aquí en España, es mundial y depende mucho de la propia mujer, de su ambiente. No todos los hombres son gerentes o líderes y tampoco tenemos que serlo todas las mujeres. La igualdad no es que seamos todos iguales, lo que no puede haber son impedimentos, barreras.
- El último 8 de marzo ha sido para usted...
-Es lo más bonito que he visto yo últimamente en España. Es la primera vez que veo ese entusiasmo de la mujer de lograr su posición, de alzar su voz. Para mí fue entusiasmante e increíble el gran número de personas que salió a la calle ese día, ver tanda diversidad. Porque había personas mayores, pequeños, jóvenes, y eso refleja que la nueva generación ya está concienciada. El trabajo que hemos hecho las mujeres pioneras ha sido el de romper barreras y es maravillo ver ahora entrar la nueva generación. Espero que el 8-M no se quede solo en el pregoneo, que se lleve a la implementación. Y también espero que esa inspiración no se convierta en algo radical, porque eso sería un concepto machista, de violencia, y la violencia no tiene lugar en la sociedad civil.
