Gozón recuperará muy pronto su bolera, desmontada en 2014 al finalizar la cesión de los terrenos que ocupaba por la venta de los mismos y la edificación de una casa. Se trataba de la única instalación de este tipo en el concejo, donde hay afición y una peña que compite en la actualidad.
La construcción de la bolera será posible gracias a una cesión desinteresada de una vecina que, durante quince años, en principio, posibilitará que los aficionados puedan practicar este deporte asturiano sin salir del concejo, en un terreno de su propiedad en Manzaneda.
El gobierno local del PSOE buscaba en los últimos tiempos un solar en compra o alquiler para la instalación, sin ningún éxito. Se llegó a solicitar a la iglesia la cesión de un terreno en Manzaneda, junto al que ahora ha cedido esta vecina, pero se negó la posibilidad de la cesión porque el párroco no encontraba el fin social de la actividad y "la feligresía no está de acuerdo con la bolera", según explicó al alcalde, Jorge Suárez.
El Regidor se mostraba ayer muy contento con el giro de la situación, ya que "no sólo hemos encontrado una ubicación a coste cero que permitirá tener de nuevo bolos en Gozón, sino que se ha conseguido gracias a un gesto al que no estoy acostumbrado, no es algo habitual".
El siguiente paso será la firma del contrato de cesión de la finca y el encargo del proyecto para instalar la bolera lo antes posible. Los elementos desmontados de la anterior bolera están almacenados y el alcalde quiere recuperarlo cuanto antes para "una actividad que queremos retomar, los componentes de la peña ya estaban desanimados".
La finca está localizada en Manzaneda, "muy cerca de donde estaba antes", y se da la casualidad de que es colindante con la que se pidió en cesión a la iglesia. Jorge Suárez quiso resaltar que la bolera llega gracias a "un gesto de gente que hace las cosas de verdad, sin ánimo de que se le reconozca". "Aunque yo, desde aquí, reconozco y agradezco el detalle que ha tenido esta señora para con sus vecinos", añadió.