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Pionero del trineo para discapacitados

Israel Blanco, que perdió una pierna en un accidente, logra un meritorio noveno puesto en el Mundial de bobsleigh

Israel Blanco, en su trineo, a punto de salir en un entrenamiento en Noruega.

El corverano Israel Blanco es el único representante español en el bobsleigh -el trineo de competición en pista- adaptado a personas con discapacidad y acaba de volver de Lillehammer (Noruega) con un noveno puesto en el Campeonato del Mundo de la modalidad bajo el brazo. "Estoy contento, aunque podría estarlo más. Llevo un año sin poder competir por una lesión y no ha sido fácil, pero aspiraba a estar entre los ocho primeros", explica el deportista, que perdió una pierna y parte de la movilidad de otra en un accidente laboral.

El bobsleigh tiene muchas posibilidades de convertirse en deporte olímpico en la próxima edición de los Juegos y, de ser así, Blanco quiere estar en ellos. "Si se convierte en deporte olímpico me da muchas posibilidades para buscar financiación, que es muy complicado", señala. Y es que él mismo se paga los desplazamientos a las diferentes competiciones: "Y no estamos hablando de lugares baratos. Las pistas de bobsleigh están en las estaciones más exclusivas, en Noruega, en Suiza... Cuando consigo ahorrar voy, pero cuando no, me toca quedarme en casa y morderme las uñas".

El Mundial se disputó en cuatro rondas y acabó la tercera en muy buena posición. "Al terminar la ronda, estaba a una centésimas de las medallas, que en el bobsleigh se dan hasta el sexto participante, pero todavía no sé que pasó en la cuarta ronda, ya me costó entrar en la trazada en la segunda curva hasta el punto de que miramos si le ocurría algo al trineo, pero no vimos nada", asegura el deportista.

Ha sido, por tanto, una competición más para ganar experiencia. Y es que, para practicar bobsleigh, Israel Blanco solo tiene las diferentes competiciones internacionales: copas de Europa y el Mundo. "En España no tenemos circuitos y además los trineos los pone la Federación Internacional para todos los competidores. Una semana antes de la competición podemos ir a entrenar con ellos, el resto del tiempo los entrenamientos son físicos", comenta el joven corverano. "Así tenía yo las ganas que tenía de ir al Mundial, con un año totalmente parado", explica el deportista.

Hace 22 años, Blanco tuvo el accidente que le dejó sin una pierna. "Con el bobsleigh tengo una sensación que no puedo tener de otra forma", señala. Y es que el trineo puede llegar a alcanzar velocidades superiores a los 150 kilómetros por hora, algo que deja a todos los que han probado sin aliento. "Probé una vez y ya me enganche, es una experiencia increíble", sentencia.

Llegó al bobsleigh hace cuatro años, de una manera muy singular. Fue por un amigo, Javier Piquero, que hace "carrileras" (el bobsleigh sobre ruedas) y que luego comenzó con el hielo. "Cuando se creó el bobsleigh adaptado, no sé por qué pensó en mí, pero me llamó para probar y aquí estoy", recuerda Blanco. Desde entonces, ha conseguido una medalla en el Campeonato de Europa, con un sexto puesto, y varios podios más en copas internacionales.

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